El último de los 47.700 caños colocados a la altura de Salliqueló (provincia de Buenos Aires), concluye con los 573 kilómetros totales de la traza iniciados desde la localidad neuquina de Tratayén (Yacimiento Vaca Muerta); la primera etapa del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) que proveerá de gas a las provincias de Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
La obra destinada a cubrir el consumo interno de gas (en su mayoría actividades industriales) permitirá ahorrar 2100 millones de dólares para este año por sustitución de importaciones. Contando otras obras, serán 12.000 millones de dólares de superávit para el 2024, según el Ministerio de Economía de la Nación.
Las obras de la primera parte del tramo generaron 10 mil puestos de trabajo directos, más otros 40 mil indirectos. La segunda parte (Salliqueló- San Jerónimo, Santa Fe) está licitada y tiene fecha prevista para julio de 2024.
Lo contamos por acá porque en las empresas de la prensa hegemónica no lo vas a ver:
"Se realizó la última soldadura del gasoducto Néstor Kirchner. Nuestro orgullo nacional 🇦🇷. Dejamos de importar gas y ya se inicia la exportación a Chile y próximamente a Brasil". 🇦🇷 pic.twitter.com/P9BuIbF6wH— Marcelo G. Cena (@marceloCena) May 13, 2023
Argentina, la tierra del gas
A pesar de ser el Gas un combustible con gran demanda mundial en el marco de la transición energética y la descarbonización del mundo (sobre todo en estado licuado por su eficiencia en costos y durabilidad), Argentina no tiene cubierta la demanda total de consumo primario de gas, que es el más alto de Latinoamérica.
Nuestro país posee la segunda reserva de gas a nivel mundial y tiene una larga tradición en el sector petrolero. Pero fue Vaca Muerta la que aseguró el futuro gasífero del país. No solo a la industria directa sino a otras actividad como la del transporte o la de generación de energía.
Sin embargo, Argentina fue durante muchos años incapaz de satisfacer su demanda interna de gas natural. La producción cayó sistemáticamente, compensando el exceso de demanda con gas importado a precios altos.
“En los 90 el gas en Argentina se vendía a dos dólares en la frontera, mientras que en la entrada al ducto en Santiago de Chile al usuario se lo vendían a 29 dólares. Y Argentina no cobraba ningún tipo de impuesto. Una clara evasión impositiva”, dijo el ex ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio de Vido, en una entrevista del portal “Identidad Colectiva”.
El plan del gobierno: no abandonar Vaca Muerta
El Plan de Promoción de la Producción del Gas Natural Argentino, mejor conocido como Plan Gas.Ar, es un programa del actual gobierno para incentivar la producción de gas natural con el objetivo de abastecer al mercado interno con la producción de más de 30.000 millones de metros cúbicos de este combustible.
EL 10 de agosto de 2022 se firmaron los contratos para la realización de las obras civiles de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Además de obras complementarias, como el Gasoducto Mercedes-Cardales (73 kilómetros) y el Neuba II (29 kilómetros).
A pesar de las tensiones sobre las adjudicaciones de la obra y la línea de producción, (que sacó a la luz la Vicepresidenta Cristina Fernández el 3 de junio del año pasado en el acto de los 100 años de YPF, y que culminó con la renuncia del ex Ministro de Producción Matías Kulfas días después), las constructoras adjudicatarias de la obra civil del GPNK son la UTE entre Techint y Sacde y la empresa BTU.
El 21 de octubre se inició el traslado de los primeros caños elaborados en la Argentina. Se trata de 48 mil tubos con costura de 36 pulgadas de diámetro y 12 metros de largo, cuyo envío demandó 12.000 viajes en camión hacia los distintos centros de acopio.
El 10 de septiembre de 2022, Energía Argentina realizó el llamado a licitación para la construcción de la segunda etapa del Gasoducto, cuya traza se extenderá de Salliqueló, Provincia de Buenos Aires, a San Jerónimo, Santa Fe. La misma tiene fecha para julio del año entrante.
El antecedente que cambió el rumbo
La puesta en marcha de un plan energético argentino ocurrió durante la gestión de Nestor Kirchner, luego de una crisis energética acentuada en la época de los 90.
El plan de reconexión a la red de gas para sustituir el uso de garrafas por el Gas Natural comenzó a planificarse en el 2003. En 2005 se firmaron las primeras construcciones de gasoductos que potenciarían la producción de Vaca Muerta, posteriormente ejecutadas en 2007 y retomadas en las dos gestiones de Cristina Fernandez bajo la gestión de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación Federal de la Nación.
Algunas de las obras iniciadas fueron: el gasoducto San Martín (de Tierra del Fuego a Buenos Aires) y el Gasoducto NEA (norte de Santa Fe, norte de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa y parte de Santiago del Estero) . Ambos se detuvieron en la gestión de Mauricio Macri, cuando el entonces secretario de Energía Darío Martínez derogó el llamado a licitación de julio de 2019, lo que paralizó todas las obras relacionadas a la producción de gas en el país
Durante la actual gestión, solo un puñado de ellas se retomaron, como la Obra del Gasoducto Mercedes Cardales, diseñada en 2014 con caños que se consiguieron a través de fideicomisos y que estuvieron abandonados en la zona franca de Ensenada y en el depósito fiscal de Campana durante toda la gestión macrista. Recientemente se reacondicionaron para utilizarlos en la nueva construcción.