El plan de Milei para bajar la inflación mediante el congelamiento del consumo y la recesión económica se encuentra en marcha, según confirmó un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa que arrojó una pronunciada caida del consumo.
Los datos difundidos por la cámara empresaria indican que hubo una disminución del 28,5% interanual en las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas. En tanto, en relación a diciembre, se registró una baja del 6,4%.
Según la CAME, el inicio de año se caracterizó “por un mal desempeño en el sector comercial”, que estuvo marcado por bajas transacciones y una caída en la afluencia de público en los locales.
El informe completo describe que seis de los siete rubros relevados registraron caídas interanuales en sus ventas. Los dos más golpeados fueron Farmacias (-45,8%) y Alimentos y Bebidas (-37,1%) justamente dos rubros que registraron fuertes aumentos luego de la megadevaluación del 118% de diciembre y de la liberalización de los precios dispuesta por el gobierno nacional.
La excepción en esta catástrofe fue la del sector textil, que logró un aumento del 0,9% en comparación con enero del año anterior. Este incremento se atribuye, dijeron desde la entidad, a la combinación de ofertas atractivas y a las compras realizadas en gran cantidad por turistas internacionales que recorrieron las ciudades argentinas. El resto de los rubros sufrieron caídas no menores a 20%.
La situación para los comerciantes comienza a ser desesperante y en el caso de los consumidores puede traducirse en un aumento de necesidades básicas insatisfechas. Sin embargo, lejos de ser una mala noticia esto forma parte del plan económico del gobierno de Javier Milei para bajar la inflación mediante una recesión que congele la demanda y produzca que bajen los precios por inercia.
En este marco la demanda está mostrando una clara desaceleración, pero bien podría traducirse en filas más largas que las que se vieron hoy por la mañana en el ministerio de capital humano que conduce Sandra Pettovello.