Este miércoles 25 iba a ser una de las fechas más importantes para Juntos por el Cambio, quizás desde que la coalición nació con el nombre de “Cambiemos”, allá por el 2015, en Gualeguaychú.
En un solo día se iban a dar tres cumbres que marcarían el futuro de todo el espacio: primero una reunión de la cúpula del PRO, después otra del Comité Nacional de la UCR y finalmente, otra cumbre de gobernadores de Juntos.
¿El objetivo? Hacer un balance de la dura derrota electoral en octubre, que dejó afuera del balotaje a Patricia Bullrich, pero también, discutir qué posturas hay de cara a esa segunda vuelta. A sabiendas que ya hay muchos dirigentes que se posicionan a favor de Sergio Massa o a favor de Javier Milei.
Pero finalmente, el super miércoles que se tenía previsto será capitalizado únicamente por el radicalismo y los gobernadores, porque a última hora de ayer, una reunión secreta entre Macri y Bullrich definió suspender el mitin del PRO, por segunda vez en una semana.
En esa reunión a puertas cerradas -se especula- pudo haber estado presente el mismísimo Javier Milei. Aunque no hay mucha diferencia si Macri y Bullrich decidieron llamarlo o mantuvieron un encuentro virtual.
En todo caso, está claro que tanto el expresidente como la exministra de Seguridad y candidata están más cercanos al libertario, pero en el PRO hay un problema: Horacio Rodríguez Larreta.
Él y algunos otros dirigentes de su riñón político, se niegan a ser parte de una alianza con Milei. Lo que complica mucho más la interna: ya no se trata de radicales vs macristas, sino más bien, divisiones al interior del PRO al mismo tiempo.
Sin embargo, este miércoles sí habrá dos encuentros muy fundamentales que arrojarán el posicionamiento mayoritario del radicalismo. Primero en la mesa nacional, encabezada por el gobernador Gerardo Morales (cercano a Massa) y después por parte de los cinco mandatarios de Juntos (a los cuales se sumarán los gobernadores electos).
Desde la elección del domingo pasado a la fecha, muchos dirigentes de la UCR salieron a aclarar que no votarán por Milei. Algunos se inclinaron por el voto en blanco o llamar a “libertad de acción” por parte de sus militantes, mientras que otros se la jugaron por Massa.
Es el caso de la vicepresidenta del partido María Luisa Storani, pero también el de otros y otras dirigentes radicales.
Lo cierto es que -con este panorama- se cree que la gran mayoría del voto radical podría ser más favorable a Massa en el balotaje. Solo el sector de la Coalición Cívica, liderado por Elisa Carrió, planteará el voto en blanco como opción.
Si a esto se le suma que incluso al interior del PRO, hay posicionamientos similares a los del radicalismo, el cuadro se empieza a dibujar, con sus líneas y matices.
Claro que ante todo esta maraña de posiciones, no es difícil entender que de no encontrar alguna propuesta superadora, Juntos va camino a romperse en las próximas semanas. Solamente la posibilidad de que exista un consenso que evite mostrar una postura clara por uno u otro candidato, podría seguir manteniendo unida a las fuerzas.
Pero por estas horas, los resquemores luego de la derrota hacen todavía más imposible esa tarea.