Juntos: siete candidatos, el silencio de Macri y los límites de la UCR

Todavía más encarnizada que la interna oficialista, siete candidatos se anotan pero esperan la decisión de Macri. Larreta podría lanzarse la semana que viene. El radicalismo, sin poder nacionalizar un candidato. 

En Juntos por el Cambio, los candidatos y las candidatas primero se anotan y después evalúan si finalmente participarán de los comicios de este 2023. 

Así, ya suman al menos siete los que se candidatean “de palabra”. Son el intendente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, la exministra de Seguridad y presidenta del PRO, Patricia Bullrich, la exgobernadora de la provincia María Eugenia Vidal y el experonista Miguel Ángel Pichetto. Por su parte, los radicales ofrecen al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y al diputado nacional Facundo Manes. En ese esquema, hay que sumar a la ex legisladora “Lilita” Carrió, que fiel a su estilo anunció por los medios que será candidata, olfateando una interna por demás compleja que podría darle algo de oxígeno a su referencia. 

Por su puesto, el nombre de mayor peso que todavía aparece como una incógnita es el de Mauricio Macri. Refugiado en su quinta de veraneo en Cumelén, el ex mandatario juega con los tiempos y no deja nada cerrado: nadie puede decir a ciencia cierta si será o no candidato. Más bien, observa lo que ocurre en su propio espacio y en el Frente de Todos.

En limpio, por ahora, el único candidato próximo a candidatearse oficialmente será Rodríguez Larreta, luego de que se filtrara que su primer spot de campaña se podría dar entre la última semana de febrero y la primera de marzo. El perfil del intendente porteño también es una bolsa de misterios: si bien nadie puede dudar que responde a las filas del PRO, quien fuera el hijo pródigo de Macri se fue soltando y creando su propia imagen, esa que abrió un “ala moderada” dentro del partido republicano. 

Ahora, tiene buen diálogo tanto con los radicales como con los dirigentes más duros del PRO, como lo es Patricia Bullrich. La antesala de lo que parece ser su presentación oficial de cara a las PASO, han sido sus recorridas por varias provincias del interior, como Jujuy, Salta, Córdoba y San Luis. Lo que demuestra que Larreta está buscando nacionalizarse, todavía con movimientos forzados y con cierto resquemor de sus aliados en esas provincias: es decir el radicalismo. 

Pero al jefe de la Ciudad de Buenos Aires le preocupan dos cosas en lo inmediato: cerrar un candidato propio para que retenga el poder en la capital federal y en un segundo punto, la decisión que podría tomar el expresidente Macri.

Larreta está buscando nacionalizarse, todavía con movimientos forzados y con cierto resquemor de sus aliados en esas provincias

En primer lugar, Larreta intentó seducir a la exgobernadora María Eugenia Vidal para que vaya como candidata por la ciudad de Buenos Aires y así evitar otra contrincante interna para las presidenciales. No lo logró. La ex mandataria tiene todo listo para lanzarse como otra oferta en la difícil y espinosa situación que atraviesa Juntos. Pero en un segundo punto, Larreta tampoco tiene resuelto ser uno de los candidatos con mayor peso para las PASO: si finalmente Macri decide jugar, su sueño presidencialista podría sufrir un golpe duro. 

Con la tranqulidad de ser el único candidato con un piso de votos, ex mandatario deja que el caos se desate y lo observa desde un cómodo asiento en su cabaña de verano. Siempre fiel a las encuestas, podría estirar todavía un poco más el suspenso para comprobar cuánto miden sus adversarios internos. 

Sin embargo, es cierto: el silencio de Macri sólo se podrá sostener hasta abril o mayo de este año. 

Por ahora, en cuanto figuras que prometen dar pelea y que logran algún chispazo mediático y social, hay que hablar de la exministra Patricia Bullrich. Su discurso políticamente incorrecto y profundamente anti kirchnerista la posiciona como una de las posibles revelaciones en el marco de un electorado cada vez más hacia la derecha. A Bullrich, sin embargo, no le conviene que a la par crezcan las representaciones de ultra derecha y liberales, como la de Javier Milei. 

Radicales, ¿Adelante?

El último punto a estudiar sobre lo que se juega en Juntos por el Cambio es la carta de los radicales. Desde 2015, cuando en el famoso acuerdo de Gualeguaychú el partido centenario le dio todo el acompañamiento a Macri para que finalmente logre triunfar en las elecciones, la UCR no ha podido gobernar la interna y -salvo en municipios del interior y algunas provincias- tampoco ha sabido cómo llegar al poder real. 

Hasta ahora, el único candidato que mide con una base de votos interesantes es el jujeño Gerardo Morales, pero las encuestas no lo pueden considerar capaz de nacionalizarse y menos ser el principal candidato de Juntos. Es por eso que, aunque todavía falta mucho tiempo, hay quienes lo consideran un virtual candidato a vice en la fórmula de Horacio Rodríguez Larreta. ¿El radicalismo será nuevamente un simple acompañante? 

En ese juego, el neurocientífico Facundo Manes es otra de las propuestas que podría intentar descollar en las elecciones, pero el diputado nacional ha perdido cierta frescura y en últimos debates de la política, no ha sido un actor demasiado preponderante. Quizás su anonimato le haya costado caro.