Más de cuatro mil familias productoras estuvieron presentes este sábado 29 en la inauguración del Centro de acopio de la Federación Rural, ubicada en Abasto, Partido de La Plata. Del encuentro participaron diferentes funcionarios nacionales y provinciales, así como referentes y referentas de los y las pequeñas productoras de todo el país.
El objetivo central de la Federación Rural para la Producción y el Arraigo, es generar una organización en todo el territorio nacional en defensa de los productores más pequeños, los que -según esta organización- “son los que producen realmente alimento” en la Argentina.
El pasado 8 de septiembre se lanzó a nivel país, coincidiendo con el día del agricultor y la agricultora, luego de una serie de actos masivos celebrados en Salta y Jujuy. Tal como reza su documento fundacional, la Federación Rural quiere irrumpir en las actuales discusiones de la Mesa de Enlace y lograr instalar otra agenda. Una que priorice la producción de alimentos de calidad y con real acceso a las clases populares.
“Queremos discutir palmo a palmo con las demás entidades agrarias, y que el Estado de una buena vez nos dé el lugar que nos corresponde”, se expresa en alguno de sus párrafos. “Vamos por un nuevo modelo agrario, basado en la agroecología, en la comida sana y saludable para nuestro pueblo, en donde los campesinos no tengamos que abandonar el campo para amontonarnos en las periferias de las grandes ciudades, sino que tengamos condiciones dignas para vivir y criarnos”, manifestaron también durante su lanzamiento.
Con un nivel inflacionario interanual que sin dudas llegará a tocar el 100% y con una pobreza que supera los 40 puntos en el país, las alternativas de los y las pequeñas productoras se muestra como una de las tantas salidas para generar mejor calidad y precio de los principales alimentos que se consumen en cada hogar argentino.
En diálogo con ARG MEDIOS, el referente de la Federación Rural en La Plata, Wilson Machuca, consideró que el lanzamiento del espacio constituyó “un gran paso luego de varios años de crecimiento y fortalecimiento”. “Tenemos una necesidad urgente de poder estar visibilizados y a partir de nuestra organización, pudimos conocer mucho de nuestros derechos. Para terminar con las coimas de la policía, o que la AFIP nos diga que no podemos trabajar cuando nos faltan algunos papeles”, sostuvo Machuca.
“Somos más de 4 mil familias acá en la Plata y a nivel nacional, estamos nucleados en 19 provincias. En total somos más de 30 mil familias. Este es un día muy importante para lograr la unidad en el Centro de Acopio de Abasto. Este es el verdadero campo, el que produce. El otro campo es el que produce soja, el que gana en dólares y exporta en dólares. Nosotros importamos en dólares y vendemos en pesos… Esa es la gran diferencia”, cerró el dirigente rural.
Una ley urgente para acceder a la tierra
Sin embargo, la conformación de una entidad rural que pueda reunir a más de 30 mil familias campesinas en todo el país, no alcanza sin la posibilidad de que la mayoría de los y las productoras puedan acceder a la tierra. Desde hace varias décadas esta es la principal demanda que obliga a que los productores de alimentos tengan que vivir en condiciones de pobreza o extrema pobreza, debido a que sus ganancias no terminan por superar el valor del alquiler de la tierra para sus cosechas.
En La Plata, precisamente, ocho de cada diez productores rurales se encuentran arrendando sus parcelas y viven acechados por la especulación inmobiliaria, pocas veces regulada por el Estado municipal, provincial o nacional.
Por este motivo, varias organizaciones rurales -como la UTT y la Federación Rural- vienen reclamando por una Ley de Acceso a la Tierra, presentada en varias oportunidades en el Congreso de la Nación. Lamentablemente por ahora continúa cajoneada.
Esta normativa busca que el y la pequeña productora acceda gradualmente a créditos para adquirir maquinaria para mejorar la producción, y desde la Feederación Rural consideran que sin una política para eliminar la especulación en el precio de los insumos y los intermediarios a la hora de comercializar, con mercados de cercanía y canales de venta directa entre productor y consumidor, “no es posible avanzar hacia la soberanía alimentaria”.
Pero, tal como lo indica el nombre de la Federación que nació el pasado 8 de septiembre, uno de los puntos críticos también es el “arraigo”. Según datos del censo agropecuario 2022, en los últimos 40 años más de 300 mil familias agricultoras se fueron del campo a la ciudad.
Esto no se explica más que por el poco acceso a la tierra en las provincias de cada productor y productora, así como por la conformación de un circuito comercial en favor de los verdaderos productores de alimentos.