Una de las fiestas más importantes de la noche de Seúl terminó en tragedia, 156 personas fallecieron por asfixia y aplastamiento en una concentración de alrededor de 100 mil personas. El gobierno de Yoon Suk-yeol está siendo muy cuestionado por la sociedad surcoreana.
El barrio de la noche se llama Itaewon donde las calles están llenas de bares, boliches y que es conocido además por la fiesta de Halloween. Una celebración que se muestra hasta en las series surcoreanas, los Kdramas. Esto no impidió que el festejo se convirtiera en tragedia, la justificación por parte del gobierno es que no hubo un organizador para el evento, por lo que no se pudo garantizar la seguridad que correspondía. La fiesta de todos y todas, organizada por nadie.
Es muy común incluso que los eventos deportivos o las movilizaciones estén cuidadas o acompañadas por la policía, que marca el camino de los manifestantes o asistentes y termina por dirigir los eventos para que no sucedan incidentes. Por esta razón, la fuerza de Seguridad es la más señalada por la sociedad en este hecho, además del gobierno actual.
Este jueves, se realizaron allanamientos en varias oficinas de la Policía Metropolitana de Seúl. Se abrió una investigación para ver si actuaron con eficiencia la noche de la tragedia, al parecer, algunos asistentes llamaron a la policía unas horas antes para alertar sobre el evento masivo pero se tomaron pocas medidas. El Jefe de la Comisaría de Yongsan (distrito al que pertenece Itaewon) fue suspendido de sus funciones.
Sobre esto, el primer ministro Han Duck-soo, admitió en una conferencia de prensa que es una falla en el sistema. Debido a que la policía surcoreana puede funcionar “solo cuando las medidas fueran preestablecidas”, y agregó que “no hubo medidas de control de multitudes en Itaewon ya que ningún organismo organizador había realizado una solicitud oficial”.
Por otro lado, Han prometió reformar el sistema de cuidados “para que la policía siempre pueda [actuar] sin ningún pedido de los gobiernos locales o de cualquier persona o entidad que solicite algún tipo de asistencia de la policía cuando organicen algún tipo de ceremonia o celebración”.
Sin embargo, la policía surcoreana no siempre fue así. Hacia finales de la década de 1980, era vista como un órgano violento y represivo, los surcoreanos tuvieron que pelear contra esa fuerza para el regreso de la democracia. Ya en el 2000 los gobiernos buscaron cambiarle la cara a la fuerza policial con una imagen más parecida a la actual. Una que hoy resulta ineficiente.
La tragedia de Halloween ha despertado debates profundos en la sociedad surcoreana, sobre si Corea del Sur es una nación segura o insegura, ya que no es la primera vez que estas fallas se presentan. No alcanza con ser una de las 10 economías más importantes del mundo y un país desarrollado si casos como los de Itaewon no se pueden evitar.
Sobre esto también se pronunció el primer ministro Han: “Espero que esto no afecte en ningún grado la imagen que los hombres y mujeres jóvenes, los niños y las niñas del mundo tienen sobre Corea” y añadió: “Nuestro gobierno hará todo lo posible para recuperar algunas de las preocupaciones que puedan tener. Así mantendremos nuestra buena imagen como uno de los países más seguros del mundo”.