“Alivio empresario en la AmCham Summit 2023: asoma Massa candidato y guiño de Rodríguez Larreta”, el título es del diario Perfil. Unos de los datos más importantes de la agitada agenda nacional fue la aparición del ministro Sergio Massa como candidato, opinando incluso sobre cómo deben ser las candidaturas de la coalición gobernante.
El ministro de Economía pasó de un silencio casi absoluto a mostrarse como un candidato de acuerdo, no solo dentro del Frente de Todo (FdT), sino también hacia diversos sectores de la economía. Ya enfriada la gran corrida cambiaria que llevó el dólar el dólar paralelo de 387 a 495 pesos en menos de dos semanas, la principal preocupación del ministro es cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que contemple los reveses de la sequía.
Hagamos un recuento de sucesos. Las primeras medidas para frenar la corrida de mediados de abril fue intervenir el Banco Central a regañadientes del titular de dicho organismo Miguel Pesce y liberar un total de casi 200 millones de dólares. La maniobra fue aprobada y monitoreada por el FMI. Paralelamente rasqueteó las ollas de los organismos internacionales más cercanos y anunció acuerdos con el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, sumando 275 millones de dólares de inversión entre ambos organismos.
En el ámbito internacional, una de las medidas más llamativas fue el cambio de dólares a yuanes para las operaciones de importaciones con China, ahorrándose casi 2000 millones de dólares para importar bienes intermedios. La acción mostró decisión y pragmatismo en un momento de suma complejidad.
El segundo alivio para el mundo de las importaciones vino por parte del acuerdo con Brasil del cual, en palabras del mismo presidente Lula Da Silva, el país se fue con las manos vacías. No obstante logró que el Estado brasilero asuma la deuda de importaciones que nuestro país sostiene con empresarios del gigante de Sudamérica, además de acordar un crédito directo y la posibilidad de triangular un préstamo del Banco de los BRICS.
Durante esta semana, signada por la batalla entre el FdT y la Corte Suprema por las elecciones en San Juan y Tucumán, el ministro anuncio aumentos a jubilados y pensionados. Los bonos para las jubilaciones y pensiones mínimas serán de $15000 en junio, $17000 en julio y $20000 en agosto. El anuncio fue junto a la titular de ANSES (y referenta del ala kirchnerista del FdT), Fernanda Raverta.
También anunció una suba del mínimo imponible para el impuesto a las ganancias, por el cual 250 mil trabajadores dejarán de pagar el tributo con el nuevo piso de 506 mil pesos mensuales y 600 mil pagarán menos por la eximición de adicionales salariales. La iniciativa fue negociada por el ministro con la CGT quien igual se mostró preocupado por la caída del poder adquisitivo del salario, pero se lo ve lejano a cualquier posibilidad de medida de fuerza.
Sobre esta base de acciones que lo muestran como un candidato capaz de domar la economía, generar acuerdos y avanzar en moderadas dadivas sociales, Massa volvió a hablar con tono de candidato. Lo hizo primero ante empresarios norteamericanos en el cierre del AmCham Summit 2023, el encuentro organizado por la Cámara de Comercio de EEUU en nuestro país.
“Un Gobierno por más que sea de coalición, tiene la obligación de dar certidumbre, no tenemos que pelearnos en público, sino puertas adentro. Esto de exponer en primarias si hay o no diferencias, es un gravísimo error, lo que hace es generar incertidumbre. Y estamos para dar certidumbre”, cuestionó el ministro subiéndose al ring con condicionamientos.
Luego de reunirse con empresarios petroleros, Massa volvió sobre el tema ante un escenario no casual: el lanzamiento del Plan Aviar de alivio a productores agropecuarios, en el interior de la provincia de Buenos Aires, con vas de fondo y todo. “No nos entra un quilombo más, necesitamos orden político para que haya orden económico”, dijo el ministro y volvió a solicitar la candidatura única.
El aval del kirchnerismo orgánico pareciera estar. Cristina solicitó no usar el bastón de mariscal para golpear al ministro. Axel Kicillof acompaño personalmente a Massa en varias de sus últimas apariciones. Lo que falta es el acuerdo. La clave está ahí y el FMI pareciera mostrarse dispuesto a contemplar los traspiés de la sequía mientras se garantice que no habrá sobresaltos en los intereses puestos en alimentos, litio, combustibles y agua.
“Primero sobre el tema alimentario, porque Argentina es uno de los grandes productores mundiales de proteínas y una de las reservas más importantes de agua”, dijo Massa en el cierre del AmCham Summit 202,3 cuando le preguntaron sobre los principales temas que debe tener en cuenta el presidente entrante. Seguridad energética y economía del conocimiento fueron los otros puntos.
Varios analistas sostienen que dentro de las estrategias en puja del imperialismo norteamericano, la actual sostiene la posibilidad de grandes acuerdos de centro en la región. Mientras la deuda y la extracción no se toquen, la apuesta es a la gobernabilidad. En este sentido el ministro es el candidato del acuerdo con el FMI. Este acuerdo de centro tiene grandes costos por abajo, ya que la única garantía hacia los sectores populares es no estar tan mal.
El 18 de mayo una gran movilización nucleara a la UTEP, Unidad Piquetera, la CTA Autónoma y sectores del kichnerismo. Se espera una de las movilizaciones más grandes que apuntará directamente al gobierno y el acuerdo con el FMI.
¿Qué posibilidad de acuerdo hay en una agenda tan incierta e inestable? ¿Cuál es el precio de los planes de estabilización económica? ¿Quién paga los costos de la fiesta de unos pocos?