A diez días del balotaje que definirá el nuevo presidente en la Argentina, todas las fuerzas políticas que quedaron afuera de la segunda vuelta ya expusieron su posicionamiento. La mayoría de ellas, un tanto ambiguas, sin apoyo explícito a un candidato u otro.
Sin embargo, es bien sabido que al interior de esos partidos, no existe una mirada unificada. Esto sucede, por ejemplo, dentro del radicalismo.
Si bien la UCR sacó un comunicado explicando que no apoyará a ninguno de los dos candidatos, varios dirigentes del partido centenario han mostrado señales claras sobre su voto para el próximo domingo 19 de noviembre. Y todo eso no hace más que profundizar la crisis que existe en el radicalismo, luego de la ruptura que protagonizó Juntos tras la salida de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, quienes decidieron sumarse a las filas de La Libertad Avanza.
En el caso del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, no hay una expresión directa sobre su apoyo a Sergio Massa, pero lo cierto es que el dirigente no ha dejado de apuntarle a Milei. Ayer, advirtió que si gana el candidato libertario, su provincia “no podrá pagarle el sueldo a los trabajadores municipales” por varios meses.
Esa declaración despertó el rechazo de otros dirigentes radicales, como Martín Tetaz, que lo acusó de jugar para Massa. Lo mismo sucedió con el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien más cercano a Bullrich, estaría desplegando su apoyo logístico para Milei en la provincia.
En tanto, Martín Lousteau es otro de los dirigentes que se pronunciaron con menos metáforas de cara al balotaje y es posible que gran parte de su espacio acompañe a Massa en la segunda vuelta.
Otra incógnita es qué sucederá con el sector del PRO que no está con Macri ni Bullrich, es decir, el que se encuentra refugiado detrás de la figura de Horacio Rodríguez Larreta. El saliente intendente de la ciudad de Buenos Aires se encuentra en aprietos: despidiéndose del poder y sin haber podido ganar la interna de Juntos, su armado político pende de un hilo. Apoyar a Massa directamente lo alejaría de quienes todavía confían en él, pero al mismo tiempo debería poder mostrar una postura distinta a la de sus viejos aliados, quienes hoy juegan con Milei.
Es síntesis, lo que alguna vez se llamó Juntos por el Cambio se encuentra por demás fracturado y no hay claridad de cuántos votos saldrán para Massa o Milei, desde allí.
Seguramente, este será el punto clave que determinará quién ganará el balotaje.