Milei cerró una unidad clave dentro de la Conadi, la comisión que busca bebés robados por la dictadura 

La gestión libertario avanza con el ajuste en organismos del Estado y ahora toca áreas sensibles, como la que tiene que ver con la Comisión Nacional por el derecho a la Identidad (Conadi), una de las pocas herramientas para la búsqueda efectiva de bebés robados en la última dictadura. 

El gobierno de Javier Milei avanzó con el desmantelamiento de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), una herramienta que permite la búsqueda de los y las bebés apropiadas por la dictadura. En lo que parece ser el primer paso, el Poder Ejecutivo comenzó con el cierre definitivo de la Unidad Especial de Investigación de la desaparición de niños que formaba parte de esta Comisión. 

Aunque este se trate de un crimen que todavía permanece impune casi 50 años después del último golpe militar, el gobierno libertario argumentó que este procedimiento para la búsqueda de nietos apropiados, vulnera “el derecho a la intimidad”, invade “competencias” del Ministerio Público Fiscal y afecta a “la división de poderes”.

De esta forma, a través del decreto 727/2024, el Ejecutivo derogó la normativa 715 publicada el 9 de junio de 2004 por el expresidente Néstor Kirchner, en donde se creaba esta unidad. Aunque, vale la aclaración, la Conadi fue iniciada en el gobierno de Carlos Menem. 

Mientras la Conadi se dedica enteramente a intentar lograr la restitución de la identidad de muchos nietos y nietas apropiadas, esta unidad que cerró el gobierno de Milei era una herramienta fundamental, ya que se dedicaba a asistir a todos los requerimientos de la Conadi, como a las “peticiones judiciales o provenientes de fiscales, que se formulen en las causas instruidas en ocasión de los hechos citados en el artículo precedente, como así también en las investigaciones conexas desprendidas de los expedientes principales, o que de cualquier manera se vinculen con ello”. 

Además, la Unidad podía “efectuar investigaciones por iniciativa propia, debiendo comunicar sus resultados a las autoridades judiciales y del Ministerio Público Fiscal”.

 Para poder cumplir con su objetivo, el organismo tenía la potestad de acceder “en forma directa a todos los archivos de los organismos del Poder Ejecutivo Nacional incluidos los de la Presidencia de la Nación, de la Jefatura de Gabinete de Ministros, sus organismos dependientes, Fuerzas Armadas y de seguridad y los organismos registrales”. 

Ahora, organismos de Derechos Humanos, como Abuelas de Plaza de Mayo, temen que el gobierno de Milei avance directamente con el cierre definitivo de la Conadi. Los temores no son infundados: desde que asumió, el presidente encabeza uno de los ajustes más grandes de la historia en la Argentina, pero al mismo tiempo representa a un gobierno que decide reunirse con genocidas en sus cárceles. 

Por todo esto, la nueva retórica del gobierno libertario hace creer que algunas herramientas que hasta ahora el Estado contaba para terminar con delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura, dejen de ser continuados.