Omar Príncipe fue el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), que a diez años del conflicto por las retenciones móviles les abrió las puertas de la entidad a los movimientos sociales del campo. Esta política le costó perder la conducción, pero la iniciativa pudo instalar la visión de que el campo no es uno solo y que existen trabajadores y agricultores más allá de la soja. El agronegocio del monocultivo, la siembra directa y la producción extensiva de granos a cargo de contratistas no es el único modelo posible. Hay otras iniciativas para el desarrollo del interior de la Argentina. Es decir, un modelo que genere soberanía alimentaria y crecimiento productivo en las provincias. Omar Príncipe tuvo la amabilidad de atender a ARG MEDIOS durante un receso de su actividad agropecuaria.
¿Cuál es el contexto actual de las grandes entidades del sector agropecuario?
Lo que está pidiendo la Sociedad Rural y la Mesa de Enlace es la salida del cepo, alguna devaluación o la eliminación de retenciones para seguir sosteniendo este modelo, que no es de desarrollo territorial agrario y menos de crecimiento para economías regionales. No está en la visión del presidente, no está en su idea. Su única meta es bajar la inflación y barrer todo lo que pueda el Estado. Esto ya lo vivimos en la década del ‘90. Fueron 10 años donde desaparecieron 100.000 productores con estas mismas medidas, con este mismo modelo económico y el mismo modelo financiero sumado a la retirada del estado. En consecuencia, es el mercado por sí solo regulando las cadenas comerciales.
¿Quiénes están detrás de esta reforma laboral?
Lamentablemente, las entidades de la Mesa de Enlace pedían que la reforma laboral incluya al campo. Esto no va a beneficiar para que haya mayor trabajo agrario formal. El nuevo régimen laboral agrario le da la libertad al empleador para que no tenga que pedir más trabajadores en las bolsas de trabajo del pueblo. Esto hace que se pueda elegir a cualquier persona, sin derechos laborales, negociando salarios a la baja, esto significa que habrá menos paga y no van a estar en la formalidad.
¿Cómo va afectar la vida de los pueblos del interior esta ley?
La bolsa sí garantiza que haya mejores condiciones de negociación para la remuneración. Seguramente, esta reforma laboral tiene un direccionamiento hacia sectores tareferos, algodoneros, hacheros, cosecheros pero además está apuntado al peón rural de una chacra. El gremio de la UATRE garantiza que estén incluidos en esta ley de trabajo agrario. Con la bolsa de trabajo en cada localidad, sea en un acopio, en un silo bolsa en el campo o una cooperativa en cualquier localidad de la región pampeana, el empleador va a la bolsa y requiere tantos trabajadores para esta semana, por ejemplo, requiere 15 trabajadores para vaciar un silo, para paliar una noria o descargar camiones. Todas estas labores están incluídas dentro del régimen de trabajo agrario, y por eso en la pampa húmeda es muy común que allí hayan 20, 30 o 50 trabajadores en los pueblos anotados en la bolsa de la UATRE. Para ser mas específico, hasta el momento cada cooperativa tenía que ir a buscar el trabajador en la bolsa de sindicato que tenía un convenio colectivo, que tenía especificado por ejemplo paliar una noria sale tanto, descargar un camión sale tanto, ahora con esto el empleador tiene la libertad de contratar a quién quiera y pagarle a la baja ese trabajo porque cada uno se bajará el precio para agarrar el poco trabajo que hay o directamente trabajar en negro, es decir, bajo ningún convenio colectivo de trabajo, en consecuencia sin derechos de obra social, aportes para la jubilacion o vacaciones.
¿Habrá más demanda de trabajadores al bajar los costos laborales?
En un campo agrícola con la siembra directa la demanda de peones rurales es muy escasa porque ahora con un solo peón rural podes sembrar 1.000 hectáreas de soja. En contraposición, si tenés una chacra con 50 madres de cerdos, tenes vacas o una chacra mixta seguramente necesitas uno o dos manos de obra ya sea familiar o extrafamiliar. La chacra mixta tiende a incorporar algún empleado rural y eso es justamente lo que nosotros hablamos desde Bases Federadas, cuando decimos que hay que volver a implementar el sistema mixto y la diversificación productiva porque tiene varias aristas positivas. Una, es que genera demanda para la mano de obra campesina, no sólo de empleados rurales, sino también profesionales, como veterinarios, agrónomos, técnicos, que te ayudan a ser más eficientes. Además, esto fomenta el valor agregado en la misma chacra porque si en vez de producir y comercializar la soja, el maíz, producís chanchos y transformás los granos en carne le estás sumando valor, diversificando la chacra ganas por todos lados. Además, este proceso aporta al desarrollo local y lo ideal es que eso lo comercialices en tu zona y ahí se crea un circuito comercial horizontal de virtuosismo regional.
¿Se puede hacer una reforma sin que afecte los derechos de los trabajadores?
Esta no es una reforma que haga incentivos al trabajo formal. Lo que hubiera sido aceptable sería algún incentivo de baja de costo que tiene el empleador para tomar un empleado. Podría haber sido diferente de esta manera porque entonces el empleador hubiera tenido un marco más adecuado para tomar trabajadores en condiciones formales de registración. Yo tengo una chacra muy chiquita y no tengo empleados, trabajo solo, atiendo las vacas, los animales, trabajo con la familia porque también me ayuda mi señora y nos arreglamos nosotros. Seguimos apostando a la agricultura familiar y a la chacra mixta para cuidar nuestra tierra y apostar al arraigo en los pueblos del interior.
Un caso testigo de último momento
Al momento del cierre de esta nota, se conoció un caso que grafica el estado de situación actual: se hizo público ayer el escandaloso fallo del poder judicial de Misiones, a un trabajador que denunció a su patrón por mantenerlo en la informalidad durante años. Los jueces misioneros hicieron retroactiva al 2018 la reforma laboral en curso, por ende el empleador no va a pagar multas por haber tenido a su peón “en negro”. Más injusto para las y los trabajadores no se consigue.