Hace tan solo tres años atrás, la figura de Javier Milei despertaba tanto rechazos como risas. Un gran sector de la política lo subestimaba y por entonces parecía imposible que un perfil así –verborrágico, violento y misógino- pudiera construir poder.
Sin embargo, en las elecciones legislativas del 2021, Milei consiguió 313.808 votos, correspondientes al 17,04% del total. Desde entonces se instaló como una verdadera novedad de la política argentina y abrió una nueva reflexión sobre el avance de las ultraderechas en el continente y en nuestro propio país.
Hoy, a cuatro meses de las PASO, el candidato de Avanza Libertad mide en todas las encuestas: algunas lo ubican como una tercera fuerza, pero en otras hasta lo ubican como virtual ganador en un ballotage contra un candidato o candidata del PRO.
El fenómeno Milei no es, sin embargo, un producto de marketing de campañas, sino que se puede advertir en las calles y en un sector puntual de la juventud. Volver a subestimar esto, potenciaría el error.
el candidato de Avanza Libertad mide en todas las encuestas
Según el encuestador Haime, a Milei lo siguen ante todos varones de clase media baja y media, pero en su mayoría sectores que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza. Una verdadera contradicción, que no deja de ser una clave para comprender la crisis de representatividad política que hoy existe en Argentina.
De hecho, si recordamos, en las elecciones de 2021, Milei consiguió mejores resultados en Villa Lugano y Mataderos, -barrios populares y de clase media porteña- que en barrios como Recoleta o Palermo.
No solo eso, sino que en el interior del país, el candidato de ultraderecha crece sostenidamente.
En San Luis, el propio Adolfo Rodríguez Saá admitió que Milei lidera en los primeros sondeos provinciales, mientras que en Mendoza, Alfredo Cornejo busca evitar que el candidato Omar De Marchi consiga una alianza política con un diputado que responde a Milei.
En tanto, en Formosa, la tierra que gobierna desde hace dos décadas Gildo Insfran, se piensa desdoblar las elecciones locales porque a nivel provincial Milei mide cerca del 30%.
Finalmente, en Neuquén se dará la primera encuesta real este domingo 16 de abril: allí debutará el primer candidato de Milei, Roberto Eguía, a quien le daban un buen piso de votos.
Gobierno débil + oposición en crisis: votos para Milei
Pero el fenómeno Milei se puede entender en parte por la emergencia de una ultraderecha a nivel mundial, primero (con Donald Trump y Jair Bolsonaro como principales referentes) pero también por una verdadera crisis de representatividad desde la “política tradicional”, por así decirlo.
Hablamos de los principales partidos, en especial el peronismo y el radicalismo. En este último espacio tenemos que sumar a algunas figuras del PRO, como el expresidente Macri, que debió bajarse de las elecciones de este año porque casi todas las encuestas lo daban como perdedor.
Las sucesivas crisis económicas y la inestabilidad social que vive nuestro país desde finales del 2015, podría ser otra de las razones de por qué gran parte de la población empezó a “despolitizarse” o mostrarse con banderas de la “anti política”. Algo que no escuchábamos con fuerza desde la década de los 90´.
Solo que podríamos aclarar que por entonces, la rebeldía de la juventud se canalizó por izquierda. En la actualidad, más bien es lo contrario. Como sostiene el periodista Pablo Stefanoni en su último libro, “La rebeldía se volvió de derecha”.
El fenómeno Milei se puede entender por una verdadera crisis de representatividad política
En ese sentido, el candidato de Avanza Libertad fue lúcido en no acordar con algunos candidatos del PRO, como el ex mandatario Macri, o con la propia Patricia Bullrich. De esta forma, Milei sigue con la potestad de sostener su perfil “anti casta”, pese a que desde hace dos años es diputado nacional.
Por otro lado, la crisis interna de Juntos por el Cambio -el perfil ideológico más cercano al liberalismo extremo que propone Milei-, le jugó a favor. De hecho, que Macri terminara declinando su candidatura, fue otro empujón para los outsider y ni hablar si a eso le agregamos que en su afán por la presidencia, Horacio Rodríguez Larreta habilitó elecciones concurridas que debilitan a figuras como Bullrich, lo más extremo dentro del PRO.
El auge de Milei en la política argentina, no es tan sencillo de explicar, más allá de estas hipótesis, pero ya es un hecho. Quizás parándonos desde ese lugar podamos salir de una cierta parálisis, que no hace otra cosa que seguir beneficiando a las derechas más violentas que se hayan experimentado desde el retorno de la democracia.
Sin dudas, la falta de política por parte del actual gobierno alimenta esa desazón que termina engrosando las filas de Milei. Pero la calidad de la política no es una responsabilidad exclusiva del oficialismo. Mientras tanto, los monstruos avanzan.