El mega DNU que presentó el gobierno de Javier Milei causó un profundo rechazo en gran parte de la población por amplias razones: una reforma laboral a medida de las grandes empresas, la derogación de la Ley de Alquileres que podría dejar en la calle a miles de familias y un ajuste a los y las jubiladas.
Sin embargo, entre las más de 300 reformas de leyes que realizó el presidente, se encuentra la derogación de la Ley de Tierras. Un tema que pasó un tanto desapercibido debido al paquete de anuncios que afectarán directamente al bolsillo de las clases trabajadoras.
En una gran síntesis, eliminar la Ley de Tierras sólo podrá beneficiar a millonarios extranjeros que vienen a comprar territorio en nuestro país. Pero también a grandes fondos de inversión y empresas que pagarán muy poco, al tiempo que podrían quedarse con acceso a recursos estratégicos como el litio y el agua.
La ley que nació en 2011 pone claros límites a la titularidad de tierras rurales por parte de personas físicas y jurídicas de origen extranjero. Específicamente determina que en la Argentina solo puede existir un 15 por ciento de tierras en manos extranjeras.
Además, un solo titular foráneo no puede superar el 30 por ciento de ese total, así como tampoco adquirir más de 1000 hectáreas en zona agrícola productivas.
La ley 26.737 además prohíbe la venta a extranjeros de tierras “que contengan o sean ribereñas de cuerpos de agua de envergadura y permanentes: mares, ríos, arroyos, lagos, humedales, lagunas, esteros glaciares, acuíferos”.
Vale aclarar que estas medidas también rigen para los “inmuebles ubicados en zonas de seguridad de frontera”, tal como expresa la ley. Además, las compraventas deben ser autorizadas por el Estado y creó un Registro de Tierras.
La ley fue sancionada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al calor de las luchas contra la extranjerización de tierras que se profundizó sobre todo en la década de los 90. Siempre resistida por los Pueblos Originarios y comunidades cerca de los territorios entregados.
“La derogación de la ley viene a profundizar el Decreto 820 de Macri, que ya flexibilizaba los controles de la venta de tierras a los extranjeros”, explica para ARG MEDIOS, Julio Urien, presidente de la Fundación Interactiva para Promover la Cultural del Agua (FIPCA).
Para Urien, uno de los organizadores de la ya tradicional marcha por el Lago Escondido, la derogación de la Ley de Tierras es uno “de los temas más complejos del DNU que firmó Milei porque afecta directamente a nuestros intereses nacionales”.
Urien argumenta que la derogación de la Ley de Tierras no solo extranjerizará más el territorio sino que “pondrá al remate recursos vitales como los acuíferos, litio y recursos mineros”.
“Esto es terrible en términos de soberanía, porque además quienes están influyendo en este gobierno son los grandes fondos de inversión, como BlackRock”, plantea Urien.
#DiarioDeMilei
DÍA 13 🪫
📌el autócrata que funge como presidente es un entreguista
📌el litio para 🇺🇸 y Musk
📌Musk apoyó el golpe a Bolivia, q tiene litio
📌acá le alcanzó con convencer a la gente de q Milei era capo
📌saludá a tus recursos que se van
pic.twitter.com/RKiVoPFk19— Cristian Cimminelli (@cristiancim) December 24, 2023
Para el especialista y militante, recordar la todavía polémica y judicializada compra del multimillonario Joe Lewis en Lago Escondido, es una forma de entender la gravedad a la que se enfrenta nuestro país si finalmente el Congreso aprueba la derogación de la Ley de Tierras.
“El caso de Lago Escondido es una expresión clara de un enclave británico en la Patagonia. Pero este gobierno endiosa a la propiedad privada, así que se van a extender los Lewis en la Argentina”, advierte.
Lo que plantea el especialista no está alejado de la realidad: en los últimos días el presidente Javier Milei volvió a participar del programa de Mirtha Legrand. Un extracto de esa entrevista basta para entender cómo piensa este gobierno respecto a nuestros recursos naturales.
“¿Y el litio? En Jujuy hay mucho litio..”, preguntó la conductora.
“Bueno, una de las cosas que me pasó es que me llamó Elon Musk. Está sumamente interesado en el litio. Y también está muy interesado el gobierno de Estados Unidos, y muchas empresas de Estados Unidos, pero necesitan un marco jurídico que respete los derechos de propiedad”, respondió sin sonrojarse, Milei.