Luego de transitar semanas de dilaciones, finalmente partieron hacia Estados Unidos el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, junto a Lisandro Cleri, vice del Banco Central (BCRA), Raúl Rigo, el secretario de Hacienda y el jefe de Gabinete de la cartera, Leonardo Madcur.
A la comitiva se espera que el propio ministro de Economía, Sergio Massa, viaje el jueves cuando el acuerdo este a punto de ser firmado o en el proceso de pulido de los detalles. El gobierno nacional espera que se anuncie el Staff Level Agreement, que en criollo es la existencia de un acuerdo y sus detalles técnicos.
Desde el ministerio de Economía confían en haber destrabado la renegociación tras un llamado de Massa a la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva. En el entorno del ministro aseguran que ese diálogo permitió destrabar las discusiones y avanzar finalmente hacia un nuevo acuerdo.
¿Qué busca Massa con la renegociación?
Hace más de tres meses que el equipo económico del Ministerio de Economía discute una reconfiguración del programa de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) con el organismo multilateral.
Un nuevo acuerdo significaría el desembolso de US$8500 millones, lo que permitiría acceder a nuevos fondos que inflarán las arcas del Banco Central. En concreto, se trata de adelantos de los desembolsos que el FMI tenía pensado entregar a Argentina durante en 2023.
Cabe recordar que los fondos pendientes del programa que Argentina mantiene con el FMI para la segunda mitad del año, suman aproximadamente u$s10.400 millones.
Ese adelanto de desembolsos es clave porque el país tiene reservas negativas por US$6500 millones y necesita US$2600 millones para pagarle al FMI a fin de mes, sumado a otros US$800 millones a abonar a principios de agosto.
Además, es fundamental que se cierre en esta semana porque en agosto el organismo entra en receso por el verano boreal y el directorio suele demorar unas dos semanas en tratar cada caso para dar el visto bueno, que permite gatillar los desembolsos de asistencia al país.
Si el acuerdo no se logra y los dólares no llegan, Argentina deberá pagar con yuanes como lo hizo la última vez.
Al Fondo, el ajuste
La falta de acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional no es una cuestión de caprichos. El FMI conoce la delicada situación de nuestro país y a pocos días de una contienda electoral lo posiciona en un mejor escenario para negociar.
Sus exigencias pasan por devaluación, fuerte ajuste del ejercicio fiscal y misiones de revisión. Entre un salto cambiario y ajuste fiscal, el primero esta descartado. En plena campaña electoral y con una inflación altísima, Sergio Massa sabe que una medida como esa es inviable.
Por el lado fiscal, el FMI busca que el año cierre con un ajuste de 1,5 puntos del PBI, mientras que Massa plantea que sea de 1,9 puntos. ¿Una diferencia por 0,4? Lo cierto es que detrás de ese número hay personas y sufrimiento por el ajuste.
También hay diferencias con las fechas de la revisión del futuro acuerdo. Valdés quiere meter un examen en medio de la campaña electoral. Y Massa pretende que el FMI vuelva después del balotaje.
“Si gana Massa, después vemos la devaluación” fue la promesa del equipo económico argentino a los técnicos del FMI. ¿Habrá acuerdo o solo devaluación?