La monarquía absolutista de Qatar ya invirtió más de 300 mil millones de dólares para el mundial que se llevará a cabo en ese país a partir del mes de noviembre de este año. La insólita sede para el evento más importante del deporte fue otorgada por la FIFA, en claro beneficio económico para ese pequeño país, situado en la península arábiga. Poco importaron las denuncias de violaciones de derechos humanos en Qatar, así como las muertes de obreros que trabajaron en condiciones casi esclavas para la construcción de los estadios.
Pero en el otro lado del mundo, más precisamente en la Patagonia argentina, los intereses de empresarios provenientes del país anfitrión para el mundial 2022, también generan conflicto y en este caso, ponen en peligro de desalojo a una comunidad mapuche.
La Lof Cayunao, donde residen algunas familias con presencia ancestral en el lugar, está ubicada al noroeste del mapa, en el paraje Arroyo Las Minas, al límite entre Chubut y Río Negro. Esta es una zona altamente codiciada por intereses inmobiliarios, turísticos y forestales, por su cercanía con la cordillera de los Andes, bosques milenarios y sobre todo, por su acceso a grandes cursos de agua.
Allí precisamente nace el Río Chubut, la principal vertiente que sirve para el consumo humano y animal en la provincia que lleva su nombre. Por esta razón, la Lof Cayunao considera que su lucha no es solo para hacer valer su derecho preexistencial al Estado argentino y así poder habitar pacíficamente la zona, sino por una defensa clara por el agua.
“Este lugar históricamente ha sufrido despojos por medio de empresarios y extranjeros. Es una zona muy codiciada. El Winka lo llama zona vírgenes, porque el lugar se encuentra muy natural y sin contaminación. Pero no porque no haya habido gente, sino porque nuestro pueblo supo preservar este lugar por siglos”, responde con viento de fondo, Soledad Cayunao, una de las habitantes de la comunidad que el año pasado casi es desalojada por orden judicial.
En diálogo con ARGmedios, la líder mapuche agrega que su comunidad está en conflicto judicial con una empresa telefónica de El Bolsón –COOPETEL- y con empresarios extranjeros de origen catarí, quienes insisten con alambrar las altas cumbres, donde nace el río Chubut y Quemquemtreu, así como se pone en peligro la privatización de un lugar sagrado para las comunidades.
“Estamos resistiendo para que no se expandan y de esta forma puedan hacerse de los accesos a curso de agua. Esta gente nos usurpó: hizo una casa en el medio del territorio y actualmente la habitan personas”, cuenta Cayunao, detallando que la zona despojada está sufriendo diferentes tipos de impacto ambiental.
“Estas personas trajeron animales que no son de acá. Como ciervos y codornices. Los ciervos, por ejemplo, se escapan y ahora están metidos por todo el territorio, afectando el pasto de veranadas que tenían antes las comunidades para sus propios animales”, explica Soledad, quien sostiene que ese “despojo” también “tiene que ver con la imposibilidad de criar tu propio alimento”.
Por su parte, la Weichafe mapuche Moira Millan, brindó su apoyo al reclamo de la comunidad y exigió que el Estado nacional y provincial den explicaciones acerca de cómo este sector de empresarios extranjeros se hicieron del acceso al río.
“Creemos que es una lucha que hay que apoyarla, está invisibilizada y es una situación absolutamente criminal. El Estado está permitiendo la apropiación de la naciente del Río Chubut en manos de los qataríes”, dice Moira Millan, en diálogo con este medio. La también referenta del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, asegura que “hay que investigar cómo fue la venta y compra de ese territorio” y pone en advertencia que el grupo de poder que responde a empresarios extranjeros, “está comprando lagos” en otras zonas del país y del mundo.
“Uno de los problemas fundamentales que tiene este país (por Qatar) es la falta de agua dulce. Los megas hoteles que existen para recibir a las miles de personas que irán al mundial, tienen que resolver la presencia de agua. Todo esto nos hace reflexionar sobre la urgencia que tendrían estos empresarios en la zona”, expresa Millan.
LA GEOPOLÍTICA DEL AGUA
Lo que hoy afecta a una comunidad mapuche, mañana podría ser uno de los temas más trascendentales para miles de personas en la Patagonia, o quizás en otros puntos del país. La crisis climática que ya afecta en todo el mundo, está reduciendo dramáticamente el curso de ríos, arroyos y lagos, así como generando nevadas cada vez más escasas, año a año. Frente a este verdadero problema, algunos países del primer mundo o empresas multinacionales, comenzaron a invertir en zonas rodeadas de valiosos cursos de agua.
“En los últimos tiempos se ha convertido en un verdadero mapa geopolítico de inversiones en caminos hídricos. Donde hay agua, hay nuevos latifundios extranjeros. En Argentina, esto no se frenó con la ley de extranjerización de la tierra, porque le han encontrado artilugios para seguir comprando tierras con acceso a ríos o lagos”, dice Moira, que considera que el tema del agua, “es el tema” más preponderante que tendrán las nuevas generaciones.
A todo esto, Millan pone el acento en las consecuencias más peligrosas que esto podría traer si los Estados provinciales y el Estado Nación, no se ponen firmes frente al avance de empresas extranjeras en los territorios. Como ya sucede en muchos países del mundo, en especial en nuestramérica, la extranjerización -así como la propia concentración de la tierra- agudizan los conflictos y crean escenarios para el derramamiento de sangre. Así ocurre hoy en México, centroamérica, Colombia y Brasil, con el asesinato de líderes campesinos y referentes indígenas.
“He visto cómo operan los brazos paramilitares cuyos miembros vienen de medio oriente. Hay una ingeniería de la muerte. No solo se están apropiado de la vertiente del río, la llegada de este modelo privatista, es la llegada de gente entrenada en las escuelas más letales para combatir contra un pueblo que está desarmado”, cierra Millan.