La Ley Ómnibus volvió a comisiones, pero el Gobierno Nacional queda con cuenta pendiente de modificar algunas leyes ambientales como devolución de favores. Entre ellas: Ley de Glaciares, la Ley de Bosques y la Ley de Protección Ambiental para Control de Actividades de Quema.
A pesar de su inconstitucional por su carácter regresivo ambiental establecido en la Ley 25.675 Argentina y el Acuerdo de Escazú, parecía haber luz verde para que el paquete ambiental salga de todos modos. Nombre y apellido de sus principales beneficiarios.
Ley de Glaciares y un “interbloque Barrick”
Multinacionales como la Barrick Gold esperan relamiéndose la boca que la Ley de Glaciares salga con sus modificaciones. Así podrán tener su revancha, dese aquel septiembre de 2010 cuando se sancionó la ley, a pedido de más de millones de personas alrededor en todo el país y 300 organizaciones sociales, políticas y vecinales. La Ley de Glaciares frenó 44 proyectos de empresas como Barrick Gold y en 2019 logró un fallo a su favor en la Corte Suprema.
La esencia proteccionista de la ley se perdería con las modificaciones que “habilitan la actividad económica en la zona periglacial”, algo que estaba prohibido en sus artículos 1 y 2. El objetivo: fomentar las inversiones.
Con las modificaciones realizadas a la ley para que sea aprobada por la Cámara Baja, el ambiente periglacial se encontraría contemplado dentro de la zona de prohibiciones para realizar actividades mineras, hidrocarburíferas y de liberación de sustancias contaminantes, pero no así para la instalación de obras de infraestructura e industriales.
En los últimos días, más de 250 organizaciones políticas, sociales y ambientales, denunciaron el lobby minero Dentro de la Cámara de Diputados para avanzar con la modificación de esta ley.
“La presión viene del gobernador de San Juan. Es un lobby silencioso, discreto”, dijo el diputado Esteban Paulón del Partido Socialista de Santa Fe para DiarioAr, refiriéndose a la directiva del gobernador sanjuanino Marcelo Orrego sobre sus diputados.
San Juan es una de las provincias mineras que cuenta con miles de glaciares de montaña, de acuerdo al inventario de la Universidad Nacional de San Juan, que coinciden con las zonas donde operan las mineras. También tienen glaciares áridos provincias como Catamarca.
🏔️ Científicos del Conicet y la Universidad Nacional de Cuyo advirtieron sobre los cambios en la Ley de Glaciares que prevé la Ley Ómnibus.
💧 En una carta a la Cámara de Diputados, alertaron sobre la importancia de la norma para la protección de reservas de agua. pic.twitter.com/zzn51tVxQN
— IP noticias (@_IPNoticias) January 31, 2024
Ley de Bosques a medida de Elsztain, Macri y Caputo
Mientras en Europa, el presidente Macron prohíbe las importaciones de carnes y granos de lugares con desmonte, en Argentina se busca cambiar la Ley de Bosques.
La Ley de Bosques toma un rumbo completamente distinto con sus modificaciones, ya que exime su marco regulatorio sobre áreas ambientales que antes estaban prohibidas de desmontar por su alto valor patrimonial.
La sanción de la Ley de Bosques en el 2007 deja al 80% de los bosques del país en zona amarilla o roja, lo que impide su desmonte. La Categoría I (rojo) – de muy alto valor de conservación y por lo tanto, intocables- representan el 16,95% de los bosques nativos del país- y en la categoría II (amarillo), de mediano valor de conservación- representan el 73.48% de la superficie-
A diferencia de la actual Ley que prohibía los desmontes en dichas áreas, la Ley Ómnibus, autoriza a las provincias a habilitar los desmontes en las mismas. Lejos de beneficiar a la mayoría de los argentinos, esta ley parecía estar a medida de un reclamo puntual. ¿Quién pediría algo así?
Eduardo Elsztain es el mayor terrateniente de Argentina: tiene casi un millón de hectáreas, su mayoría en la provincia de Salta. Ya desmontó 120.000 hectáreas, y tiene planificado ir por 150.000 más en zona protegida por la Ley de Bosques.
Elsztain, es uno de los hombres más poderosos del mundo y uno de los financistas de la campaña presidencial de Milei. Fue quien lo llevó al presidente a su viaje espiritual en Jerusalén, y quien le facilitó una red de contactos comerciales internacionales al acercarlo a una corriente ortodoxa de la comunidad judía. El magnate merece algunos párrafos para contar su impresionante fortuna.
Elsztain, creció de la mano del financista George Soros, y junto a Marcelo Mindlin, ex socio de IRSA , dueño del Grupo Emes, de Pampa Energía S.A y ex dueño de EDENOR. Pero la acumulación de poder y económica fue durante el gobierno de Carlos Menem: con él sumó 500 millones de dólares más a su patrimonio, se convirtió en uno de los dueños del Banco Hipotecario SA, desde su privatización, y fue tesorero en el Congreso Judío Mundial, una organización que es clave en la defensa de la política sionista del Estado de Israel.
Es dueño de 9 edificios corporativos más 2 edificios en New York. Los 13 principales shoppings del país son de su pertenencia junto con los hoteles Sheraton Libertador Bs As, Intercontinental Bs As, el Llao Llao Bariloche y Horizons Vicente López.
Es socio de Cyrela, la principal empresa de bienes raíces en Brasil, con construcción en 17 estados y 55 ciudades brasileñas. También dueño de Cresud, una corporación que con 34 campos posee en América del Sur más de un millón de hectáreas.
Es el concesionario del centro de exposiciones de la Rural y del Centro de Convenciones de Buenos Aires, un edificio construido en plaza Francia con recursos del Estado y cedido por el gobierno de Larreta a IRSA para su explotación por 25 años.
Es propietario del emblemático edificio del Plata sobre la Avenida 9 de Julio, obtenido en una licitación de la cual fue único oferente. Y además, desde 1965 es el único dueño propietario de la Ex Ciudad Deportiva de Boca.
Uno de los empleados de Elsztain; Nicolás Pakgojz, es quien ahora preside la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), organismo que habilita la venta de tierras públicas.
Otro beneficiario directo: Mauricio Macri, quien a través de su empresa Socma y la Finca Yuto, ya desmontó 6.000 hectáreas. “Y está pidiendo recategorizar zonas amarillas, que es lo que se quiere cambiar con esta reforma; 10.000 hectáreas es lo que planifica desmontar”, denunció el abogado ambientalista Enrique Viale en su discurso la Cámara de Diputados del Congreso.
Otro beneficiado: Luis Caputo, actual ministro de Economía, quien ya desmontó 500 hectáreas en el departamento Copo en Santiago del Estero.
Ley de Quemas y Manejo del Fuego
Los últimos años en Argentina se han incrementado los incendios. Durante el 2022, 23 de las 24 provincias sufrieron de incendios, con un total de 561.164,89 hectáreas quemadas. En lugares como El Delta (que comprende los territorios de Santa Fé, Entre Ríos y Buenos Aires) si se suman los datos de 2021 y de 2020, se destruyeron 853.000 hectáreas; casi 3 veces la provincia de Buenos Aires.
Este 2024 recibió a la Patagonia con un nuevo incendio que no cesa desde el 25 de enero y en el que lleva arrasando con más de 3.000 hectáreas de bosque nativo en el Parque Nacional los Alerces en Chubut.
El 80% de los incendios en el país son por causas humanas; muchas de ellas para la regeneración del suelo. Muchas otras con fines inmobiliarios y especulativos.
En 2009 se sancionó la Ley de Protección Ambiental para Control de Actividades de Quema (Ley 26.562 ) que tiene como objetivo prevenir incendios, daños ambientales y riesgos para la salud y la seguridad públicas.
Si bien esta Ley no sufrió grandes modificaciones dentro del proyecto Ley Ómnibus, sí lo hizo la Ley de Manejo del Fuego (Ley 27.604) que prohibía la venta, el cambio de uso y destino y la división de aquellas áreas donde haya habido incendios -provocados o accidentales- por 60 años. El objetivo es impedir la especulación de la tierra productiva, de los bosques nativos y de los humedales que pudieran sufrir incendios.
En la última modificación del proyecto de Ley Ómnibus esta prohibición fue derogada.
En un momento de crisis climática global, en donde las comunidades están sufriendo fuertes olas de calor, sorpresivos ciclones, crudas sequías, y brutales inundaciones, estos ecosistemas tan estratégicos para el cuidado del planeta son puestos en venta, y ni siquiera al mejor postor.