El escándalo de los chats obligó a Marcelo D’Alessandro a presentar su renuncia al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. En su lugar, asumirá el próximo lunes Eugenio Burzaco, quién fuese jefe de la Policía Metropolitana porteña y segundo de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
“En 2016 asumí un enorme compromiso con la seguridad de la Ciudad. Hoy, después de siete años, le comuniqué al Jefe de Gobierno mi decisión de dar un paso al costado para convertirme en querellante de la causa que investiga la operación ilegal de inteligencia en mi contra”, anunció en su cuenta de Twitter, Marcelo D’Alessandro.
El exfuncionario aseguró que dará un paso al costado para convertirse en querellante de la causa que investiga el hackeo a su celular privado del que supuestamente se habrían filtrado conversaciones suyas con jueces federales, fiscales y empresarios del Grupo Clarín.
Durante estas semanas en la que D´Alessandro se tomó licencia, el intendente de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, siempre defendió al ahora exministro, pese a las pruebas y una causa en su contra.
D’Alessandro se vio involucrado en negocios para ahorrarle multas y aceitarle contratos a Marcelo Violante, titular de Dakota S.A. y de BRD, las dos firmas que operaron durante dos décadas el estacionamiento medido en la ciudad y el acarreo de los automóviles que lo incumplen.
Además de vínculos con Silvio Robles, mano derecha del juez supremo Horacio Rosatti donde discutieron la sentencia en la causa por la coparticipación entre Nación y CABA, y la definición sobre quienes serían los integrantes del Consejo de la Magistratura.
“Sobre el hackeo, ya tenemos los responsables. Ahora vamos a encontrar al que lo ideó, financió y ordenó. Todos y cada uno de ellos van a tener que dar explicaciones ante la Justicia. Los argentinos merecemos saber la verdad. Esto no va a quedar impune”, agregó en su twitter.
El derrotero llega luego de varias embestidas externas e internas de Juntos. En pleno auge del conflicto, el ahora exministro de Justicia y Seguridad porteño anunció que se tomará licencia «temporaria» de su cargo, luego de (no) dar explicaciones sobre los chats que lo vinculan al armado de causas con la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Se trata de un duro golpe para Horacio Rodríguez Larreta, quién lo habría respaldado en varias oportunidades. “Yo confío en Marcelo D’Alessandro y valoro y apoyo el trabajo que viene haciendo al frente del Ministerio” había declarado el jefe de Gobierno a penas se conoció el escándalo.
Eugenio Burzaco, más leña al fuego
El próximo lunes asumirá Eugenio Burzaco como ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Fue asesor de seguridad del exgobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sobisch, cuando ocurrió el asesinato del docente Carlos Fuentealba, e integró la Secretaría de Inteligencia durante la presidencia de Fernando de la Rúa.
Más tarde, fue el primer jefe civil de la Policía Metropolitana en 2009. En aquella oportunidad asumió sin ningún antecedente en una institución policial.
Al frente de Policía Metropolitana defendió el uso de pistolas Taser, además durante su gestión se desarrolló la “masacre del parque Indoamericano”, un operativo de desalojo que dejó un saldo de dos muertos y cinco heridos. Estos hechos desencadenaron su cese al frente de la Policía Metropolitana.
En diciembre 2015, Burzaco fue nombrado como secretario de Seguridad por el expresidente Mauricio Macri. En un rol subordinado al de la entonces ministra Patricia Bullrich y hoy rival de Horacio Rodríguez Larreta, mantuvieron un vínculo de enfrentamiento interno permanente hasta su alejamiento del cargo.
Eugenio es hermano de Alejandro Burzaco, quién se vio involucrado en el escándalo del FIFAgate. En mayo de 2015, Interpol emitió una orden de arresto contra Alejandro por el supuesto pago de sobornos a dirigentes de la Conmebol.
Fue detenido en Italia unos días después y luego extraditado a Estados Unidos, donde reconoció haber sobornado al “grupo de los seis de Conmebol”y pagó una multa de 21 millones de dólares de fianza.