En un horario inusual para la cultura de la política argentina, este viernes a las 21 hs, el presidente Javier Milei dará el discurso inaugural de las sesiones ordinarias de este año.
Será desde un atril y emulará la estética que rige en la política de los Estados Unidos, tal como ocurre en el discurso que deben dar los presidentes de ese país en el marco del State of the Union.
Pero más allá del horario y el formato -que claramente buscará lograr un efecto mediático y televisivo- lo cierto es que Milei volverá al Congreso de la Nación luego de haber asumido el poder el pasado 10 de diciembre.
Allí, el mandatario evitó un discurso y se dirigió hacia las escalinatas exteriores del recinto para hablarle al público y darle la espalda al Congreso. Todo un símbolo, que posteriormente se iba a encargar de revalidar con sus declaraciones en contra de los legisladores.
De hecho, luego de que la ley ómnibus cayera en la Cámara de Diputados, Milei se encargó de hacer un escrache público de los y las diputadas que no acompañaron la ley, a quienes lo denominó como “traidores”.
Días después, subió la escala de agresión y aseguró que el Congreso era “un nido de ratas”. Y como si fuera poco, esta semana el presidente dio una entrevista para un medio extranjero y aseguró que “mientras el Congreso tenga su composición actual, creemos que es difícil aprobar reformas”, por lo que no descartó gobernar vía decreto.
El discurso
Lo cierto es que para este viernes a las 21 hs se espera un discurso clásico del líder de la Libertad Avanza, en donde se haga un cuadro de situación económica, con la “herencia” recibida por parte de la gestión de Alberto Fernández.
Es posible que por momentos el discurso de Milei recaiga a los lugares técnicos, en donde sobreabundan los datos y las estadísticas.
Posteriormente, sin embargo, no se descarta que Milei prenda la mecha y vuelva a la carga contra la “casta”. Es donde se espera que haya mayor tensión en el recinto y el clima se vuelva espeso.
Finalmente, tal como se filtró desde Casa Rosada, se espera que el presidente cierre su discurso con “una sorpresa”. Algo que puede ser desde un anuncio explosivo, hasta alguna puesta en escena.
Mientras tanto, a las afueras del Congreso se están convocando a manifestarse pacíficamente a través de cacerolazos. Lo que podría ser una jornada multitudinaria en contra de las medidas de Milei.