En las últimas dos semanas, se dieron dos manifestaciones pacíficas de jubilados y jubiladas, que protestaban contra el veto del presidente Javier Milei, el cual anulaba la sanción de una nueva fórmula jubilatoria con un magro aumento de sus haberes. Ambas fueron duramente reprimidas. El escenario fue indignante: personas que rondaban los 70 años tiradas en el suelo, gaseadas o golpeadas.
Las dos represiones movieron el avispero en el movimiento sindical, que ya había anunciado que marcharía en solidaridad con los jubilados para el próximo jueves 12 de septiembre. Sin embargo, la Cámara de Diputados anunció que el día anterior, el miércoles 11, se trataría la sesión que discutirá el veto del presidente. Por lo que todos los gremios que venían convocando, decidieron adelantarla para ese día.
De esta forma, el sector del Consejo Directivo que forma parte del Frente Sindical y la Corriente Federal de Trabajadores -actualmente liderados por Pablo Moyano y Sergio Palazzo– anunció una convocatoria a movilizar junto con ambas CTA y la UTEP para este miércoles 11.
No es el caso de la CGT, que evitó movilizarse pero emitió un comunicado en repudio a las represiones desatadas contra los jubilados, expresando un “total apoyo al reclamo de las y los compañeros trabajadores jubilados por una mejora en sus ingresos, en resguardo de su acceso a la salud y en decidido rechazo al veto presidencial contra el aumento de sus haberes”.
Lo cierto es que, pese a que no anunció su movilización, el marco del conflicto social se acelera y hay menos margen para que la Central Obrera se quede de brazos cruzados. Así al menos lo entendió uno de sus líderes, Pablo Moyano: “Hay compañeros dirigentes que están confundidos cuando hablan de la reforma laboral. La derecha trata de confundir a los trabajadores. Por eso les digo que la única manera de pelear es en la calle”.
En tanto, el amplio sector sindical que confluirá este miércoles frente al Congreso anunció que movilizará también en “rechazo a la flexibilidad laboral que se busca profundizar con la reglamentación de la ley Bases, los despidos, el congelamiento de los Potenciar Trabajo y toda la normativa antisindical y de regimentación del derecho a huelga como la declaración de esencialidad de la educación que ahora pretende extenderse al servicio aerocomercial”.
Desde ese sector apuraron a la CGT y las dos CTA para que avancen hacia “un paro activo nacional y plan de lucha para derrotar todo el macabro plan de Milei”.
Por su parte, este miércoles habrá chances concretas para que al interior del Congreso, los y las diputadas de la oposición dura y dialoguista encuentren puntos de coincidencia para rechazar el veto presidencial que anula el aumento a jubilados. También para sancionar un nuevo presupuesto universitario, lo que le generaría una doble derrota al oficialismo en cuestión de horas.
