El domingo 22 de enero se celebrará un nuevo año chino, que en la región de Asia se lo conoce más como “Año nuevo lunar” o “Fiesta de la primavera”. Si bien hace varias décadas se establecieron en el calendario gregoriano, para estos países, dicha festividad se vive culturalmente como un nuevo comienzo.
Este año, el caso de China es muy particular, luego de las restricciones de la pandemia de COVID-19 que llevaron al gigante asiático a sostener una estrategia de “Covid cero”, el gobierno decidió priorizar la economía y flexibilizar los controles. Desde algunos medios occidentales, se destacó que la fiesta de la primavera será un alto foco de contagios y muertes por el virus.
En este sentido, se pronunció Xi Jinping en el saludo de año nuevo: “Ahora hemos entrado en una nueva fase de la respuesta a la COVID-19. Los duros desafíos permanecen, pero la luz de la esperanza está justo frente a nosotros. Perseverancia es victoria”, sostuvo. El presidente agregó además que China tomó la decisión correcta y que la flexibilización se justifica por la reducción de casos graves.
El mandatario chino manifestó que debido a la estrategia del “Covid cero”, se ha “reducido al mínimo la proporción de casos graves y la mortalidad en la mayor medida posible, se protegió la vida y la salud de la gente y ganó un tiempo valioso para las acciones posteriores a perfeccionar la respuesta y bajar la categoría para el manejo de la COVID-19”.
Por otro lado, el gobierno chino es consciente de que el turismo en la fiesta de primavera provocará un aumento de casos y se comprometieron a brindar mayor apoyo para desarrollar la capacidad médica y almacenar medicamentos.
Salir de la pandemia es uno de los objetivos más importantes, tanto para China como para el resto de los países de la región, aunque las tensiones militares entre países están en aumento y el tema de la seguridad se vuelve casi indispensable.
La seguridad en la región
El tema Taiwán volvió a estar en agenda luego de que una delegación parlamentaria alemana visitara la isla hace unas semanas. Este acto, para China continental interfiere con la política interna del país y su relación con Taipei: La de que existe una sola China aceptada por la ONU en 1971.
Estas visitas de delegaciones se dan luego de la llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes norteamericana, Nancy Pelosi, en agosto del año pasado. Se suma a la norteamericana una francesa y ahora la delegación alemana. No escuchando los reclamos por parte del gobierno chino.
Debido a lo ocurrido en Taiwán, China decidió realizar ejercicios militares en el estrecho que comparten ambas naciones. Dichos ejercicios se tratan de simulacros con fuego real y que incluso se pueden observar desde la isla taiwanesa.
Como excusa de las tensiones entre China y Taiwán, el Estado de Japón, bajo el liderazgo de Fumio Kishida, anunció una Estrategia de Seguridad Nacional en diciembre del 2022 que podría requerir un incremento del 100% en el presupuesto anual de defensa japonés.
En este año nuevo, tanto Rusia como China y Corea del Norte serían los principales focos de “evaluación” de cara al futuro por parte de las autoridades japonesas en cuanto a su seguridad nacional. El territorio nipón buscará ser protagonista, aunque es un gran aliado estadounidense y, casualmente, expone las mismas preocupaciones en la región que la potencia norteamericana.
China decidió realizar ejercicios militares en el estrecho que comparten ambas naciones.
Otro aliado norteamericano que presenta ciertos matices es Corea del Sur, que también publicó su propia estrategia de seguridad aunque más amplia. Si bien la “Estrategia para una región del Indo-Pacífico libre, pacífica y próspera” destaca la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, se centra principalmente en encontrar un equilibrio en las relaciones con el principal aliado militar, Washington, y el principal socio económico, Beijing. La República Popular China se nombra en la Estrategia como un socio líder con el que existen intereses comunes implementados sobre los principios de respeto mutuo de acuerdo con las normas internacionales. Corea del Sur se aleja de la retórica anti china aunque tenga una fuerte relación con Estados Unidos.
En resumen, Estados Unidos ve a China como la gran amenaza porque le disputa el lugar de primera potencia mundial. Así, se alía a ciertos países países afines como Japón o Australia que tienen su misma perspectiva. Por otro lado, varios países del Sudeste Asiático y Corea del Sur plantean matices. Por último, el bloque más evidente es el de China, Rusia y Corea del Norte que no necesariamente actúan en conjunto.
Según las predicciones del año nuevo lunar, el 2023 año del conejo de agua se espera más cautela y diplomacia en el escenario internacional. Se supone que además el elemento que acompaña al signo (animal) importa, tal vez el agua pueda apagar el fuego de la región, o lo reavive.