Un peritaje caligráfico ordenado por el juez Marcelo Martínez de Giorgi determinó este lunes que un amigo del exchofer del Ministerio de Planificación Federal Oscar Centeno –quien tuvo en su poder cuadernos que derivaron en la apertura de una causa y que contenían información sobre supuestas coimas-, escribió sobre ellos.
Las irregularidades detectadas en los anotadores del Oscar Centeno habían sido hechas por Jorge Bacigalupo, el ex policía y amigo del remisero que había quedado al cuidado de los manuscritos antes de que llegaran a manos de la Justicia.
“La letra de las sobreescrituras en el caso denuncias por el empresario Armando Loson, es de Bacigalupo”, informaron fuentes judiciales acerca de la pericia realizada por la División Scopometría de la Policía Científica, que comprobó la existencia de “leyendas agregadas y enmendadas” en el Cuaderno 7.
“Resulta destacable el repaso o enmienda en algunos signos literales tales como la ´y´, ´r´, ´n´ tachaduras, varianzas de inclinación, presionado, como de magnificación y compresión de palabras; todo ello indicativo de la falta de espontaneidad en su concreción, lo que, si bien puede ser atribuido a un estado de nerviosismo del acto propio, resulta destacable y pasibles de mención en las variaciones ejecutivas desplegadas a lo largo de la formación de dicho cuerpo”, se afirmó en el trabajo.
Tras la comprobación de las irregularidades, el juez Martínez De Giorgi ordenó el análisis de los teléfonos y las computadoras que se habían secuestrado en la casa de Bacigalupo el 10 de mayo pasado en un allanamiento y que habían quedado a la espera de análisis frente a los resultados de este peritaje.
La causa que lleva Martínez De Giorgi investiga las irregularidades denunciadas por el empresario Armando Loson en las hojas que aludían a él. Un peritaje caligráfico ya determinó que hubo otras manos que escribieron los cuadernos además de las de Centeno.
El análisis de este material se hizo sobre copias digitales de los manuscritos y solo sobre las enmiendas que denunció Loson, no sobre la totalidad de los cuadernos. El Tribunal Oral Federal 7, que tiene en sus manos las piezas que aparecieron en 2019, se negó a entregar los originales para este análisis.