Diez genocidas fueron condenados a perpetua, mientras se dictaron otra condena a 25 años y una sola absolución en el marco de uno de los juicios de lesa humanidad más importantes de los últimos años. Se trata del veredicto que se conoció ayer del juicio Brigadas, llevado a cabo por el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata.
En esta gran causa se juzgaron los crímenes de Lesa Humanidad perpetrados en varios centros clandestinos de detención del Sur del Conurbano, incluyendo el Pozo de Banfield, el Infierno de Avellaneda y La Plata.
El presidente del tribunal, Ricardo Basílico, rechazó los reclamos de las defensas sobre la prescripción de los delitos. Afirmó que los crímenes son imprescriptibles. Asimismo, las condenas se basaron en una variedad de delitos, desde abuso sexual hasta homicidio calificado y desaparición forzada agravada.
Uno de los puntos más sensibles de la causa tiene que ver con que algunos de los genocidas condenados fueron los responsables directos del secuestro y desaparición forzada de diez jóvenes estudiantes secundarios en La Plata el 16 de septiembre de 1976, un hecho que quedó en la memoria como “la Noche de los lápices”. Solo cuatro sobrevivieron.
Uno de ellos fue Pablo Díaz, quien participó ayer de la audiencia del juicio. ”Ahora necesitamos saber dónde están. Quiero saber dónde están los chicos”, expresó, junto a otra de las sobrevivientes, Emilce Moler.
El tribunal consideró una amplia gama de delitos, incluyendo privación ilegal de la libertad, abuso sexual, homicidio y desaparición forzada, entre otros. Vale aclarar que todos los genocidas condenados escucharon el veredicto de forma remota, porque se encuentran con domiciliaria.
Las condenas
Los jueces dictaron diez perpetuas: las de Federico Antonio Minicucci (jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada), Guillermo Domínguez Matheu (jefe de Actividades Psicológicas del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata), Jorge Héctor Di Pasquale (jefe de la sección de Operaciones Especiales del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata), Carlos María Romero Pavón (jefe de Reunión Interior del Destacamento 101 de La Plata), Roberto Balmaceda (jefe de Contrainteligencia del Cuerpo de Actividades Especiales del Destacamento 101 de La Plata), el exministro de Gobierno Jaime Lamont Smart, Juan Miguel Wolk (jefe de la División Delitos contra la Propiedad y de la División Delitos contra las Personas y de la dirección de investigaciones Zona Metropolitana), el médico policial Jorge Antonio Bergés, el comisario Horacio Luis Castillo y Carlos Gustavo Fontana (enlace entre el Destacamento 101 y el Batallón de Inteligencia 601).
Por su parte, Alberto Julio Canditi recibió una pena de 25 años de prisión mientras que Enrique Augusto Barre fue absuelto. Lo llamativo es que el genocida había sido defendido hasta diciembre pasado por el actual ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona.
Vale aclarar que los represores están todos en prisión domiciliaria, con la única excepción de Di Pasquale, que está detenido en la Unidad 34 de Campo de Mayo. Sin embargo, el TOF1 dispuso realizarles estudios para ver si podían cumplir la pena en prisión. Recién el 5 de julio se conocerán los fundamentos de la sentencia.