Los datos que desmienten a Milei: a la universidad pública van las clases populares

En las universidades del Conurbano, 7 de cada 10 alumnos son primera generación. En los últimos diez años, el número de estudiantes se triplicó. Y en ambos casos, la mayoría de los y las alumnas universitarias provienen de sectores populares. De hecho, un informe indica que más del 40% de los universitarios en la Argentina, es pobre. 

Javier Milei volvió a implantar una frase que dejó mucho ruido. Esta vez, incluso, hasta difícil de poder sostener por quienes apoyan al gobierno. El pasado sábado, durante la presentación del edificio “Libertad” en capital federal, aseguró que “el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad con los recursos, la cultura y el tiempo común para poder estudiar”. 

Casi por sentido común, un amplio sector de la sociedad y también de la dirigencia política, consideró lo contrario. Pero posteriormente comenzaron a surgir datos que desmienten completamente al presidente Milei. 

Según el análisis realizado por Leopoldo Tornarolli, economista del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata, el 42,6% de los estudiantes universitarios en el sistema público es pobre. 

El cálculo es realizado en base a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y corresponde al semestre que va de octubre de 2023 a marzo 2024, los últimos datos oficiales al respecto. 

En tanto, para Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, una ONG especializada en políticas públicas, se puede comprobar que en 2003, el 31,6% de los estudiantes de nivel superior de instituciones públicas venía de los quintiles 1 y 2 (40% más pobre). 

“Hoy esa cifra es 10 puntos más alta (42,1%). La universidad pública fue clave en ese proceso”, asegura. 

De hecho, la mayoría de los estudiantes de las universidades del interior del país y del Conurbano bonaerense, se tratan de la primera generación universitaria. 

Los ejemplos más claros se dan en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), cuya sede está en Florencio Varela; la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ); y la Universidad Nacional del Oeste (UNO), ubicada en San Antonio de Padua, partido de Merlo. En estas casas de estudio, 7 de cada 10 alumnos provienen de hogares en los que sus progenitores no accedieron a la universidad.

Todas ellas, construidas durante los gobiernos de Néstor y de Cristina Fernández de Kirchner. 

Por último, otro dato demuestra que sería imposible considerar que en la universidad pública sólo acceden las clases ricas: entre 2012 y 2022 hubo un crecimiento del 40% de los estudiantes universitarios de pre-grado y grado en las universidades públicas nacionales: es decir, pasaron de 1.394.782 en 2012 a 1.955.107 en 2022, según los números del Anuario Estadístico.