Durante el último tiempo, se reabrió el debate sobre “transformar los planes sociales en trabajo genuino”, impulsado por funcionarios, gobernadores e intendentes del Frente de Todos. La última versión de esto pasó por los anuncios de Sergio Massa respecto a una auditoría realizada por universidades nacionales para controlar los “planes”.
Con una sociedad argentina cansada de la falta de un futuro claro, con horizontes completamente desarticulados, el discurso del “chivo expiatorio” como culpable de todos los problemas cala hondo. Sin embargo, la idea de “transformar planes sociales en trabajo” es obsoleta y los trabajadores de la economía popular luchan todos los días para que el Estado reconozca el trabajo que realizan.
A la vista está que el mercado laboral formal no resuelve, ni va a resolver, el problema de empleo para millones en el mundo, y Argentina no es la excepción. 13 millones de argentinos y argentinas perciben parte de sus ingresos a partir de trabajos no registrados.
La crisis del neoliberalismo provocó que cientos de trabajadores que habían estado contenidos por el mercado laboral formal se queden en la calle, y con ello, inventen su trabajo para subsistir. Esa es la historia de 150 familias que se ganan el mango del reciclado en el basural de Luján, el más grande a cielo abierto de la Provincia de Buenos Aires. La mayoría de ellos se fue sumando a “cirujear” con cada crisis económica de nuestro país.
Durante años trabajaron sin ningún tipo de protección: sin guantes, sin el calzado adecuado, sin ropa ni herramientas. La mayoría tiene heridas de cortes por vidrios, botellas rotas, chapas que se encuentran en los montículos de basura.
Cada semana esperan unos 100 camiones que ingresan por día al predio del barrio San Pedro a depositar los desechos de todo Luján, lo que equivale a unos 120 mil kilos diarios de basura.
Esas condiciones de trabajo empezaron a quedar atrás con el anuncio del Plan de Transformación del basural. Allí, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) comenzó a organizar a los laburantes del sector para conseguir mejores condiciones en la tarea cotidiana.
Las primeras obras que se sumaron para lograr cambiar esa realidad fue la construcción de baños y duchas en el predio del basural. El anuncio de la construcción de un Centro Ambiental ilusionó a laburantes y vecinos que finalmente verían concretar sus demandas: conservar el laburo y solucionar un problema ambiental de más de 40 años.
Esas obras que cambiarían por completo las condiciones de laburo de esos trabajadores y las condiciones ambientales de los barrios aledaños, se encuentran frenadas por un recurso judicial que iniciaron Novelle y Reyes Terrabusi. Sí el ex dueño de la famosa fábrica de galletitas.
Pero no todas son malas. El pasado viernes al mediodía, el basural de Luján encontró una pausa necesaria en la marcha frenética de cada jornada. La actividad cotidiana se alteró por la inauguración de un nuevo galpón y la celebración por un avance importante que mejorará las condiciones de trabajo de cientos de laburantes.
El nuevo Galpón de Reciclado, financiado por la Secretaría de Integración Socio Urbana, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, servirá para la recepción y separación de materiales y para su posterior comercialización directa en el lugar.
La estructura de 17 metros de largo y 8 de ancho albergará una enfardadora, un autoelevador manual y una balanza eléctrica para realizar la clasificación y empaquetación de los materiales.
Johana, laburanta recicladora e integrante del MTE, empuja la organización desde abajo hace ya varios años. Esa mañana tuvo un importante incentivo para continuar con el trabajo en el basural y la militancia para conquistar mejores condiciones y nuevos derechos. Frente a sus compañeros y funcionarios planteó que “este es un gran paso para todos nosotros, fruto de habernos organizado para hacer visible nuestro trabajo cotidiano. Después de cincuenta años sin tener nada, ahora contamos con un espacio propio en el Basural, que nos servirá para fomentar la comercialización colectiva, sin intermediarios y a precios justos”.
Johana vive en el Barrio Santa Marta, frente al basural, y viene a “la quema” desde muy piba. Junto a su familia se supo ganar la vida reciclando: “Yo soy hija, sobrina, mujer de los laburantes de acá. Toda la vida laburé acá y siempre estuvimos en la misma. Esta es una fuente de trabajo y hay que mejorarla”, comentó en diálogo con LADRAN SANCHO.
La inauguración del Galpón se trata de un pasó más en la lucha por mejorar las condiciones de laburo, pero no es el último. Los laburantes sueñan con ver finalizado el Centro Ambiental de Luján y el saneamiento del predio del barrio San Pedro, que cuentan con financiamento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Estas obras implican la generación de sectores diferenciados para el tratamiento, la separación y la disposición final de residuos, zonas de tratamiento diferenciado de áridos, vidrios y neumáticos, zona de acopio de poda, áreas de control y balanza, además de un Centro de Interpretación Ambiental, área de administración, vestuarios, guardería para los hijos de los laburantes y una cocina.
Durante la inauguración del galpón, el intendente de Luján, Leonardo Boto (Frente de Todos), reconoció lo que no muchos hacen: “No hay solución sin ustedes”, le confirmó a los laburantes del predio del barrio San Pedro. El jefe comunal destacó la organización de base y la capacidad de transformación.
Del acto también participó la subsecretaria de Residuos Sólidos Urbanos y referenta nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos, Jacky Flores, que conoce de primera mano el trabajo de los y las cartoneras. “A mí me gusta decir que la Economía Popular es creativa, porque dimos identidad a una masa de trabajadores y trabajadoras en todo el país, pero también entendemos a la política como una herramienta realmente transformadora de la vida y hoy ocupamos un lugar como parte del Estado donde podemos tomar decisiones” concluyó Flores.
Lo que queda claro es que los trabajadores de la economía popular ya transformaron lo que los funcionarios quieren hoy transformar. Todo indica que este tipo de economía, es parte de la solución, no el problema.