Generalmente a principio de cada mes la Cámara de la Industria Aceitera de República Argentina (CIARA) publica el balance de las exportaciones de soja y derivados, pero este mes no fue así. Esta vez, en un comunicado poco habitual CIARA contabilizó que entraron US$ 21.125.340.077 en lo que va del año 2024. Y la novedad, el número récord para la agro-exportación de octubre comparados con el mismo mes de años anteriores, con ingresos de U$S 2.553 millones de dólares al país. Una de las explicaciones de lo que ocurrió con la venta de soja fue que en octubre, el productor sin espalda para seguir aguantando, se vio obligado a vender lo que tenía acopiado para poder comenzar el ciclo de siembra para la cosecha de verano.
Según los últimos datos oficiales publicados, las ventas de soja de la campaña 2023/24 sumaban 30 millones de toneladas. La totalidad de lo cosechado de dicha campaña es alrededor de 50 millones de toneladas. Haciendo una resta simple aproximadamente 20 millones de toneladas de soja están sin liquidar , es decir, no tienen precio para la venta. Este lunes en un acto oficial en Córdoba Guillermo Francos, Jefe de Gabinete de la nación expresó: “La segunda conversación más interesante con el gobernador (Llaryora), porque veníamos recorriendo desde Río Cuarto hasta acá, toda una enorme zona productiva del agro: ¡Muchas silobolsas vimos, ¿no? Vimos gente que todavía no liquidó. Pero no importa, es un detalle…”. Estas declaraciones tuvieron una repercusión muy negativa en el sector por lo que casi obligaron al alto funcionario de gobierno a retractarse. Pero las especulaciones están a la orden del día y con el acopio, las agroexportadoras están presionando para el levantamiento del cepo cambiario.
Un dato curioso brindado por las aceiteras es que desde enero hasta agosto las empresas estuvieron comprando soja al Paraguay para hacer la molienda. No solo eso, las importaciones del poroto de soja vinieron además del Uruguay.
Una nota del diario La Nación del 3 de noviembre confirma el acopio del cereal argentino y agrega que el problema es que “No solo no hay pesos, sino que tampoco hay dólares o, mejor dicho, los dólares los tienen los productores que conservan sin vender 25 millones de toneladas de soja y 8 millones de toneladas de maíz.”.
Vender o no vender. Esa es la cuestión
Hay que tener en cuenta que el plazo para retener ese enorme volumen de soja no es infinito. En un silobolsa, el producto aguanta 6 meses, pero acopiado en galpones puede durar aproximadamente 2 años. La cuestión para la liquidación es la cotización internacional del producto y todo indica que a partir de marzo de 2025 comenzará a ingresar al mercado global una cosecha récord de poroto de soja sudamericano que haría caer el precio a nivel mundial.
Es por esta razón que el gobierno parecería que está jugando con el tiempo a su favor. Quizá apueste a seguir esperando para levantar el cepo, ya que esa medida generaría en consecuencia una disparada de la inflación que terminaría de llevarse puesto el bolsillo de los argentinos de a pie. Y esto es muy malo para sus ambiciones electorales.
La nota de color a la queja de Francos la dio Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), otrora víctima de un atentado con una carta bomba que todavía no tiene sospechosos desde el último 5 de septiembre, cuya declaración fue: “Hablé con el ministro Francos y coincidimos en que cuanto más silobolsas se vean, mejor le irá al país”.
El tire y afloje entre las agroexportadoras y el gobierno seguirá algún tiempo más, a menos que se sepa quién mandó a poner la bomba al presidente de la SRA. La casta también tiene internas.