Este viernes, luego del intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, miles de personas se dirigirán hacia Plaza de Mayo para manifestar su repudio y enviar un apoyo de solidaridad a la expresidenta. Ocurre a horas de que un hombre –identificado como Fernando Sabag Montiel- intentara gatillar dos veces contra la dirigente cuando arribaba a su domicilio.
Por fortuna que todavía se investiga, el arma (una Bersa Thunder que portaba cinco balas) no disparó. Al instante el sujeto fue detenido y se pudo conocer de sus antecedentes.
Sin embargo, para gran parte del arco político y la sociedad, lo ocurrido ayer no fue un hecho aislado, si se tiene en cuenta la serie de escraches e incluso acciones violentas que ha sufrido la vicepresidenta. Por citar un ejemplo, en marzo de este año un grupo de manifestantes apedreó el despacho de Cristina Fernández en el Senado, provocando varias ventanas rotas. La vicepresidenta no se encontraba en el lugar al momento del hecho.
La TV Pública (@TV_Publica) registró la imagen del arma con la que un hombre intentó atacar a Cristina Kirchner pic.twitter.com/4M7xFWg2Yh
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) September 2, 2022
El intento de magnicidio que se dio anoche exasperó la paz social y desencadenó en un comunicado urgente del presidente Alberto Fernández, quien decretó feriado nacional este viernes 2 y pidió a cada argentino y argentina “rechazar cualquier forma de violencia”.
Debido a la conmoción, cientos de personas se agolparon ayer mismo en los alrededores de la casa de Cristina Fernández, aunque como era previsible este viernes se convocó a marchar a Plaza de Mayo con la consigna de defender a la expresidenta y a la democracia.
Un magnicidio que no fue
Ayer por la noche, un grupo de personas esperaba a la vicepresidenta en la puerta de su domicilio ubicado en el barrio de Recoleta, como ya es habitual desde que el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de prisión y su proscripción política perpétua en el marco de la causa Vialidad. El débil cordón de seguridad de la vice fue vulnerado por un sujeto que portaba un arma y -como ya se pudo ver por todos los medios y redes sociales- gatilló al menos dos veces sobre el rostro de Cristina.
Todavía se desconoce el peritaje oficial del arma con el que Sabag Montiel intentó matar a la expresidenta, pero lo que se supone es que existió algún fallo inesperado, puesto que la misma contaba con cinco balas en su recamara. El agresor fue identificado: de origen brasilero, radicado en la Argentina desde 1993, con antecedentes penales y también reconocido en algunas apariciones en noticieros, donde se pudo conocer su perfil anti peronista.
De inmediato, el hecho provocó conmoción en la Argentina y en todo el mundo. Los primeros en solidarizarse fueron dirigentes y funcionarios oficialistas, aunque más tarde hicieron lo propio la mayoría de los integrantes de la oposición, incluido el expresidente Macri.
Tal como lo definió el propio jefe de Estado, el intento de un magnicidio es quizás uno de los hechos más graves desde el retorno a la democracia. La manifestación masiva a Plaza de Mayo espera ser un mensaje contundente contra los discursos de odio, los cuales alimentaron episodios extremos como los que se vivieron este jueves por la noche.