Este jueves 27 de abril, Cristina Fernández volverá a aparecer públicamente y dará un discurso, días después de que el presidente Alberto Fernández anunciara que no se presentará como candidato en las próximas elecciones.
Será en el Teatro Argentino de La Plata, un lugar que tiene un simbolismo demasiado alto en la exmandataria: allí comunicó que sería candidata en las elecciones legislativas del 2005 y también cuando emprendió su primera candidatura para presidenta, en 2007.
La charla estará enmarcada en el lanzamiento de la “Escuela Justicialista Néstor Kirchner”, a 20 años exactos del triunfo electoral del expresidente.
Lo más probable es que la actual vicepresidenta no muestre demasiado sus cartas, en relación a qué decidirá finalmente para estas elecciones 2023. Si algo sabemos que Cristina hace muy bien, es manejar los tiempos. Y para eso, falta el plato fuerte: el mega acto que se prepara para el 25 de mayo, en la 9 de Julio, donde la expresidenta será la única oradora.
¿Será ese día en el que -finalmente- Cristina develará si quiere ser candidata o si tiene en mente un plan B?
Por lo pronto, ese será su último discurso antes del cierre de listas para las elecciones, el 24 de junio.
La actual crisis económica del país, transforma la realidad minuto a minuto. Esta semana, por tomar solo un ejemplo, el dólar subió $20 pesos en cuestión de horas. Por todo esto, lo que finalmente decida Cristina, estará seguramente atado a la situación político-social de Argentina.
Épica o jugada estratégica mirando 2027
Lo cierto es que el operativo clamor por la expresidenta no se ha encendido como un solo grito en todo el país y la proscripción política, está garantizada, luego de que el Tribunal Federal Oral Nº 1 la condenara a prisión efectiva por 6 años y la censure de por vida para ejercer cargos públicos. Se trata de la condena por la causa “Vialidad”, plagada de irregularidades y recientemente apelada por los abogados de CFK, alegando que no existen ni siquiera pruebas concretas de un hecho de corrupción.
En la mente de la vicepresidenta está, sin dudas, un escenario en el que como virtual candidata, tenga que sortear las presiones constantes de una justicia desbocada, abiertamente enemiga de su representación política (sin contar con la violencia explícita, que la tuvo como principal víctima el pasado 1 de septiembre, cuando Fernando Sabag Montiel le gatilló dos veces a centímetros de su cara).
Si a eso le sumamos que la expresidenta ya anunció (públicamente) que no sería candidata en estos comicios, el panorama podría cerrar por otro lado. ¿Tiene en mente Cristina un Plan B?
Este jueves 27 seguramente se podrá dilucidar algo en ese sentido y lo más probable es que en el acto del 25 de mayo, finalmente lo pueda anunciar. Si las presiones de su espacio y una situación de fuerza mayor no la obligan, la exmandataria bien podría optar por bendecir una PASO con dos candidatos, dos que podrían cuadrar en su visión de lo que se necesita para este momento puntual del país.
En ese sentido, la figura del actual ministro de Economía, Sergio Massa, no puede quedar afuera. Es una de las pocas estrategias que el Frente de Todos aún conserva para enfrentar a los mercados y mantener una calma fiscal para empezar a estabilizar el país.
Refugio
Pero el segundo nombre es todavía más una incógnita: podría ser el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, por ser la cara más visible del kirchnerismo en el gobierno. O todavía una jugada más arriesgada: se especulaba una candidatura de Axel Kicillof para presidente.
Allí el kirchnerismo tendría un jugador de peso, pero perdería un candidato serio para la provincia de Buenos Aires. El distrito más clave si los hay.
El análisis más sensato invita a creer que, si Cristina no decide ser candidata, el kirchnerismo se termine refugiando en la provincia de Buenos Aires.
Así, en caso de perder el gobierno nacional o que termine en manos de una persona como Massa, la resistencia y el armado político se haga desde La Plata: la misma ciudad en la que Cristina hablará este jueves 27.
