“Una sociedad que no entiende lo que pasó difícilmente pueda entender lo que pasa y el porvenir”. Con esa frase comenzó Cristina Fernández de Kirchner, en un discurso de casi una hora. Estaba hablando del 17 de noviembre de 1972, día en el que Juan Domingo Perón volvió a pisar suelo argentino después de casi 17 años de exilio y proscripción.
“Que nadie nos venga a explicar a los peronistas qué es la libertad de poder elegir, opinar, hablar”, agregó en esa línea en un dardo directo a los autodenominados “libertarios” como Javier Milei o José Luis Espert.
Haciendo un repaso histórico de los años que siguieron al regreso de Perón, la vice lanzó un centro al radicalismo (otro mas, de muchos otros que ya lanzó): “El primer golpe del partido militar no fue contra el peronismo, fue contra el radicalismo”, dijo en referencia al golpe contra Hipólito Yirigoyen en 1930. Sin embargo, no ahorró críticas a Juntos por el Cambio: “Los últimos 70 años no gobernó el peronismo, hubo muchas dictaduras. Muchachos, aprendan a restar y sumar. Si así hacen las cuentas, ahora entiendo algunos préstamos que tomaron”.
Al tratarse de su primera aparición pública frente a las masas tras aquel fatídico 1 de septiembre en el que quisieron asesinarla, la vicepresidenta volvió a mencionar la necesidad de reconstruir el pacto democrático: “El 1 de septiembre se rompió ese pacto democrático de respetar la vida”. “Es cierto que con la democracia no se pudo comer, curar ni educar. Pero si se pudo vivir”.
“Es obligación de todas las fuerzas políticas separar a los violentos, a los discursos de odio y de violencia. Aceptar eso sería retroceder a etapas predemocráticas”, dijo y lanzó el que quizás haya sido el tópico más novedoso de esta alocución: “Los argentinos tenemos que retomar el tema de seguridad en la sociedad. Es un tema complejo. La democracia tiene una deuda en materia de seguridad que ningún partido ha podido solucionar”.
En esa linea, CFK profundizó y respondió directamente a las propuestas que siempre lanzan los candidatos de la derecha en materia de seguridad: “Terminemos con ese debate berreta de la mano dura, asi como la dicotomía entre garantistas y mano dura. Es muy cínico y mentiroso”, y en ese sentido recordó: “Hace un año Lucas Rodriguez fue asesinado por una brigada por la policía de la ciudad. Podría haber pasado en la provincia de Buenos Aires también”.“Es un problema muy grave y tenemos que dejar de lado los partidos políticos en este tema”, aseveró.
Siguiendo con esta grave problemática que atraviesa al país de manera estructural, la vice aseveró: “Tenemos que entender que hay una autonomización de las fuerzas de seguridad. Tenemos que tener un pacto todos los partido políticos para que las fuerzas de seguridad respondan a la política”. “Las fuerzas de seguridad son parte de la solución pero también del problema ¿Qué hacen los gendarmes en la patagonia? ¿Para qué los tenemos? ¿Haciendo qué?”, expresó.
¿Cuál sería un inicio de solución para este problema según CFK? “El orden contribuye a la sociedad. Para nosotros el orden es que las familias argentinas puedan comer en su casa, no en los comedores y merenderos. No hay orden que garantice más seguridad que ese”, señaló.
Retomando con su intento de magnicidio, y frente a una multitud que la arengaba y aclamaba, Cristina expresó que “el objetivo era el de siempre: suprimir al peronismo”. “¿Realmente creen que con eso terminarían con la voluntad del pueblo de vivir dignamente? ¿Por qué no se sientan con el peronismo a discutir qué modelo de país quieren?”, se preguntó.
Después, volvió a criticar las propuestas que salieron de parte del macrismo: “¿Otra vez privatizar Aerolíneas? Eso ya se hizo en los 90 y no funcionó. Hagan bien las cuentas”, dijo en una respuesta directa a Mauricio Macri, que en la presentación de su libro dijo que la empresa estatal era deficitaria.
En referencia a los sectores más desprotegidos de la sociedad, la vicepresidenta también se refirió a cómo potenciar el sector medio, aquel que no recibe la AUH o pertenece al sector de jubilados.
“La política universal es el trabajo y el salario en un proyecto político de industrialización”. “Acá lo nuevo somos nosotros. No los que dicen que el mejor ministro de la historia del país fue el de los 90, el de la convertibilidad”, aseveró.
“Cuando terminó la guerra fría el partido militar ya no podía accionar. Entonces surgió el partido judicial en Latinoamérica”, continuó la vice, retomando un . “No es bueno para la democracia ni para el pueblo que sean jueces los que condicionen políticas. Hay jueces que permiten que el servicio de Internet aumente como quieran las empresas. Eso está íntimamente ligado con la alta inflación que tenemos”.
“Ni que hablar de las mujeres que van a hacer denuncias por violencia de género y no les dan pelota”, agregó la vice en otro de sus argumentos a favor de la reforma judicial. “Las mujeres votaron por primera vez con los peronistas”, recordó en otro pasaje sobre las políticas de género del peronismo.
Hacia el final de la alocución, Cristina retomó la cuestión de la economía: “Fortalezcamos los salarios de los argentinos. Tenemos que poder defender nuestros recursos: el litio, la hidrovía, Vaca Muerta”.
Por último, la dos veces presidenta de la nación habló sobre el día que se conmemoró ayer, deslizando una frase que bien podría ser un presagio: “En este día en que los peronistas recordamos la vuelta del General. Cuando él volvió al país no quería ser presidente, el país estaba muy complicado”, expresó y propuso algo que va en línea con el pragmatismo y la búsqueda de consenso que viene deslizando en sus apariciones públicas: “Convirtamos el 17 de noviembre en el día del militante por la Argentina. El país necesita militantes”.