“Ante las grandes adversidades, grandes acciones. Digámosle al Fondo que nos ayude. Se habla mucho de que a la Argentina le faltan dólares. No, los dólares de los argentinos se los llevaron afuera”. Esa fue una de las declaraciones más destacadas del discurso que dio el pasado 10 de diciembre, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Todavía el acuerdo con el FMI no se había cerrado.
A su lado, el presidente Alberto Fernández escuchaba atentamente. Su vice le pedía compromiso ante lo que -tres meses después- sería una de las propuestas más interesantes para recuperar miles de millones de dólares para pagar la deuda y amortiguar una nueva crisis económica.
Este lunes, el bloque de senadores y senadoras del Frente de Todos presentó un proyecto de ley para que aquel que tiene bienes en el exterior no declarados, deban pagar un aporte especial o impuesto, que servirá exclusivamente para el pago de la deuda con el Fondo.
Una jugada que pone en aprietos al poder real y también a la oposición argentina, que ya salió a repudiar la propuesta, pero sin poder despegarse demasiado de una defensa directa a quienes fugaron dinero o no pagaron impuestos en el país.
Según las estimaciones de los propios legisladores nacionales, hay una posibilidad concreta de recaudar más de 20 mil millones de dólares. Casi la mitad de lo que el país le debe al Fondo.
Detrás de la sorpresiva medida que busca aprobar el bloque kirchnerista, está la figura de la ex presidenta Cristina Fernández. La vice no solo dejó entrever una idea similar cuando anunció esa contundente frase en diciembre del año pasado, sino que apuntaló todavía más el proyecto de ley cuando este lunes se juntó con el Embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
“Conversamos sobre distintos temas de interés común: lavado de dinero, trata de personas y derechos humanos”, tuiteó CFK y agregó: “Además le solicité la colaboración de su país con el proyecto de ley que presentaron hoy los Senadores del Frente de Todos para crear un Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI, con recursos recuperados en el exterior del lavado y la evasión”.
Recibí en el @SenadoArgentina a Marc R. Stanley, embajador de los Estados Unidos. Conversamos sobre distintos temas de interés común: lavado de dinero, trata de personas y derechos humanos. pic.twitter.com/KywCkXGqlN
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) March 28, 2022
Pero la iniciativa que lleva la firma de Oscar Parrilli, Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti, José Mayans, entre otros y otras, está acompañada de otro proyecto de ley clave: se trata de un intento por modificar las excepciones al Secreto Bancario, Bursátil y Fiscal (o simplemente una reforma de la ley de entidades financieras).
De este modo, se busca eliminar el secreto bancario para que el Estado sepa quiénes, dónde y cuándo diferentes personas físicas o empresas evadieron impuestos millonarios.
“Si uno saca números sencillos, 10 mil millones de dólares fue lo que recaudó Macri en su momento con el blanqueo. Creemos que con esto se tiene que recaudar por lo menos el doble, porque es más amplio y prevé más sanciones”, explicó este martes el senador Oscar Parrilli, en diálogo con AM 750.
“Si Juntos por el Cambio quieren defender a los evasores es un problema de ellos, hay que ver quién levanta la mano. No me llama la atención que ellos salgan en contra, siempre hacen eso, sin haber leído el proyecto”, declaró, contundente.
El Gobierno Nacional valora la iniciativa del Bloque de Senadores del @FrenteDeTodos que impulsa la creación de un aporte especial de emergencia para quienes tengan bienes en el exterior no declarados.
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) March 28, 2022
Justo a tiempo
La medida contaría con el apoyo explícito del Poder Ejecutivo, lo que a grandes rasgos plantea un nuevo escenario para el oficialismo. Es sabido que el acuerdo con el FMI tensó al máximo las relaciones entre el presidente Alberto Fernández y el sector de mayor poder dentro del gobierno: el que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández.
Una muestra clara fue la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos, justo a horas de que el presidente presentara el acuerdo con el Fondo. Eso desnudó los teléfonos cortados entre ambos sectores y una diferencia tajante respecto a cómo salir a discutirle al organismo.
Es que, dentro del kirchnerismo, consideran que se pudo haber puesto sobre la mesa mucho más argumentos para que la deuda pudiera reducirse o generar mayores beneficios para la Argentina. No solo porque el Fondo incumplió en varios puntos su estatuto al prestarle al país más de 50 mil millones de dólares, sino porque en el medio se suscitaron una pandemia mundial y ahora, una guerra de resultados impredecibles.
“El Gobierno Nacional valora la iniciativa del Bloque de Senadores del Frente de Todos que impulsa la creación de un aporte especial de emergencia para quienes tengan bienes en el exterior no declarados”, escribió ayer en Twitter la vocera del presidente, Gabriela Cerruti. Posteriormente el propio Alberto Fernández retuiteó. Un signo que ayudó descomprimir tensiones y volver a reacomodar la unidad al interior del oficialismo.
La medida que ahora empuja un sector del Frente de Todos plantea que los evasores deberán pagar un 20 por ciento de sus bienes no declarados y -detalle fundamental- abonarlos en dólares.
Vale aclarar que el proyecto de ley que se presentó en el Senado aclara que en caso de no declarar los bienes, pasados los seis meses la alícuota subirá al 35 por ciento. Además, se prevé hasta delitos de prisión para quienes se nieguen a pagarlo.