Andrea Despo Cañuqueo es una de las mujeres mapuches que fue detenida durante el mega operativo que reprimió y desalojó a las comunidades que buscan recuperar parte de su territorio en Villa Mascardi. El pasado 11 de octubre fue liberada y dejó su testimonio sobre lo vivido desde que la justicia federal autorizó que las mujeres sean trasladadas de Bariloche hasta la Capital Federal, sin una explicación seria aparente.
Cañuqueo aseguró que sufrieron una “tortura psicológica y cultural” de parte de las fuerzas de Seguridad y del Estado en general, cuando fueron arrancadas desde su territorio. “Están los violadores, los genocidas, los de trata, los traficantes y pedófilos, pero solo despliegan semejante operativo contra las comunidades mapuches”, manifestó.
Luego de ser liberada contó para sus más cercanos que -como una muestra del maltrato- las mujeres llegaron a ser desnudadas cuatro veces en un solo día, debido a los constantes traslados de una dependencia a otra.
“Hubo un día que nos llegaron a desnudar cuatro veces porque estaban muy preocupados por si teníamos algún moretón, alguna auto-lesión o algún arma escondida en nuestro cuerpo”, manifestó Cañuqueo, con ironía. La mujer añadió también, que al día de la fecha no pudo recuperar todas sus pertenencias secuestradas.
Según el relato de la referente mapuche, ni siquiera respetaron la privacidad de una de las mujeres embarazadas, cuando se duchaba. En esa línea, la mujer agregó que integrantes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) llegaron hasta “palpar a los bebés” para ver “si se escondía algún arma entre sus mantas”.
“Nunca nos dijeron a dónde nos llevaban ni nos dejaron hablar con nuestra abogada. Se cometieron innumerables irregularidades como cuando era la dictadura”, agregó Cañuqueo, actriz y docente mapuche en Trelew.
“No hay pruebas de nada, pero nos detuvieron y nos llevaron hasta la capital. Se avasalló sobre nuestro territorio, sobre nuestra espiritualidad. Cómo el Estado repara todo esto”, se preguntó la mujer liberada, quien posteriormente consideró que el accionar del Estado está buscando “crear un enemigo interno”.
“En Buenos Aires nos tenían rodeadas de cientos de milicos y camiones blindados, como si fuéramos no sé… era una vergüenza lo que estaban haciendo. Queremos que se disuelva ese comando unificado y que se respete nuestra cultura. Basta de racismo. Jugaron con nosotros a su antojo, pero igual estamos de pie”, concluyó Cañuqueo.
El contexto y el nuevo desalojo
Hace más de cinco años que existe una situación de suma tensión en Villa Mascardi (Río Negro) por un proceso de recuperación de tierras de parte de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu. O lo que para el entendimiento “Winka” (blanco) se trata de “tomas de tierras”. El punto más dramático se dio el 25 de noviembre de 2017, cuando el grupo Albatros disparó más de 130 veces y mató por la espalda al joven mapuche Rafael Nahuel (22).
Aquel repudiable hecho se dio durante el gobierno de Mauricio Macri y bajo el comando de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Sucedió, además, a pocos meses de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, por un reclamo similar de otra comunidad mapuche, en Chubut.
Sin embargo, cinco años después y pese al cambio de gobierno, el Estado actúa de una forma similar. Esta vez bajo las órdenes del presidente Alberto Fernández y su ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien conformó un cuerpo especial de fuerzas de Seguridad con más de 200 integrantes, nutridos por la policía federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y la policía de Seguridad Aeroportuaria.
Villa Mascardi es un asentamiento que está situado a 35 kilómetros de Bariloche y en jurisdicción del Parque Nacional Nahuel Huapi. Para la comprensión más allá de los pobladores del lugar, este no es un Parque Nacional cualquiera, ya que cuenta con una extensísima territorialidad que incluye varias localidades y villas, como: La Angostura, Traful, Catedral y Mascardi. Esta última comprende una superficie de 327 hectáreas aproximadamente, de las cuales 127 son propiedad privada, en 34 parcelas.