Finalmente tras varios meses de tires y aflojes, el gobierno nacional anunció un bono de refuerzo para sectores vulnerables. Consistirá en 2 pagos de 45 mil pesos en 2 cuotas de 22.500 y que serán abonados durante los meses de noviembre y diciembre.
Podrán percibirlo aquellas personas que no cuenten con ingresos formales ni sean titulares de alguna otra prestación social. Se financiará con el excedente de la liquidación de la soja del mes pasado. Su llegada es tan necesaria como insuficiente en el marco de una fuerte puja distributiva por el crecimiento económico.
Los requisitos mínimos para acceder a dicho beneficio serán similares a los del IFE, con la diferencia de que este ingreso será mucho más segmentado que el otorgado durante el primer año de la pandemia del covid-19:
–Tener entre 18 y 64 años.
-No poseer trabajo registrado ni ingresos de ningún tipo
-No ser titular de ninguna otra prestación del Estado o plan social a saber: jubilación, pensión, AUH, AUE, Progresar, Desempleo, Potenciar Trabajo, Titulares de AUH y AUE, Titulares de SUAF por Embargo, Beneficiarios de Becas Progresar, Beneficiarios de Potenciar Trabajo y Beneficiarias de Mi Pieza.
-No contar con Obra Social o Prepaga.
Con la Directora Ejecutiva de ANSES @FerRaverta, coordinamos la implementación de la inscripción para el Refuerzo Alimentario para Adultos sin Ingresos que comenzará el 24 de octubre. Será de 45.000 pesos en 2 cuotas de 22.500 en los meses de noviembre y diciembre. pic.twitter.com/OZ0Gr96c47
— Sergio Massa (@SergioMassa) October 20, 2022
El bono será instrumentado por la ANSES, que conduce la funcionaria de La Cámpora Fernanda Raverta, con quién el superministro de Economía hizo el anuncio oficial. Según informaron desde las comunicaciones oficiales, para poder percibirlo habrá que acudir de manera presencial desde el próximo lunes 24 de octubre a oficinas de ANSES de cada localidad, otra diferencia respecto a lo que había sucedido con el IFE que se otorgó luego de una masiva inscripción digital que permitió registrar que más de 9 millones de personas se encontraban fuera del sistema de la economía formal.
El debate del oficialismo por la puja redistributiva
En un contexto en el que la inflación anual podría cerrar el 2022 tocando los tres dígitos, el gobierno nacional continúa apostando a la generación de empleo formal y los buenos indicadores de consumo y trabajo formal que no se condicen con los de los números de la pobreza: hoy miles de trabajadores que pertenecen al sector formal se encuentran por debajo de la línea de pobreza e incluso existe todavía una gran cantidad de personas sin trabajo formal ni ingreso de ningún tipo a la cual está dirigida esta medida.
Esta triste y disímil realidad parte aguas en el oficialismo. Los sectores que venían pujando por un Ingreso Básico Universal quedan medianamente apaciguados con esta medida, aunque su reclamo continúa siendo que ese ingreso se mantenga en el tiempo y se institucionalice como sucedió con la Asignación Universal por Hijo.
Por su parte sectores del sindicalismo como las CTA y parte de la CGT que conduce Pablo Moyano continúan insistiendo en que un aumento salarial de suma fija que recomponga los ingresos a donde estaban en 2015 debería ser el punto de partida para que el pueblo trabajador comience a dejar de perder ingresos como viene sucediendo desde hace 6 años.
Mientras tanto, el coloquio empresarial de IDEA que se celebró el fin de semana pasado en Mar del Plata tuvo como slogan “Ceder para crecer”, en una llamativa señal de que para que el país crezca es necesario que ese sector ceda en sus intereses de clase. Si bien no es la postura mayoritaria del empresariado nacional, es un síntoma de la percepción de esta distribución desigual del crecimiento económico de la postpandemia.