Milei quiere a dos jueces amigos, pero al peronismo le nace una oportunidad única de ampliar la Corte Suprema 

Ayer, el presidente de la Nación decidió nombrar a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como los nuevos integrantes del máximo tribunal de justicia, que tenía lugares vacantes desde hace varios años. Sin acuerdo del Senado, el gobierno avanzó unilateralmente y de forma ilegal. Sin embargo, todavía quedan dos momentos que puedan terminar siendo adversos para el gobierno. 

Luego de que Javier Milei haya designado por Decreto a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como nuevos jueces de la Corte Suprema de Justicia, en la oposición ponen paños fríos a la espera de dos escenarios posibles. Ambos podrían ser adversos para el gobierno, aunque nada es seguro. 

El peronismo, por ejemplo, cree que primero hay que esperar a la reacción de los actuales jueces de la Corte. 

Horacio Rosatti, como presidente de la Corte, es quien tiene que aceptar la toma de juramentos de los nuevos ingresantes, dispuestos “a dedo” por Milei. Si eso ocurre, entonces ahí sí el bloque de senadores de Unión por la Patria jugará fuerte para intentar voltear los pliegos de los dos nuevos jueces. 

Pero no solo eso, si no que incluso se podría gestar una estrategia para que la nueva negociación apunte a la ampliación de la Corte: un anhelo del Kirchnerismo desde hace ya varios años. 

Todo esto, además, cuando la Corte podría ser clave en causas como Vialidad, en donde la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se encuentra con una condena que solamente el máximo tribunal podría revertir. 

“A la persona que acepte ser nombrada por decreto vamos a destituirla en la primera sesión. Esto es una democracia. No es una dictadura”, afirmó el jefe del bloque de UxP en el Senado, José Mayans. 

Eso podría ocurrir si los hechos se dan como se venía describiendo y cuando recién comience el período de sesiones ordinarias. Ahora bien, en ese caso y como suele ocurrir, los números estarían apretados.

Si bien ayer el radicalismo salió a criticar la designación por decreto de los jueces Lijo y Mansilla, también es cierto que en la sesión, el bloque radical podría tener fisuras y cambios de posturas a último momento.