Plan Macri-Milei: privatización de empresas estratégicas

Durante los primeros días luego de haber sido electo como presidente de la Nación, Javier Milei apuntó a las privatizaciones de empresas nacionales estratégicas, que ahora están en la mira de millonarios extranjeros. Un gabinete con los mismos funcionarios de la primera ola de privatizaciones de los 90.

El plan gubernamental que conduce Javier Milei, nuevo presidente de la Argentina, tiene como eje central la privatización de empresas de carácter estratégico.

Justo en un contexto donde muchas de las concesiones entregadas vencen luego de 30 años desde que se privatizaron durante el menemismo, a través de la Ley 23.696/89 de “Reforma del Estado” que se anunció como un programa integral que declaraba sujetas a privatización a la mayoría de las empresas estatales.

Además, Milei afirmó que YPF será privatizada pero luego de “recomponerla” para que su valor sea más alto en el mercado internacional. Sin embargo, a diferencia de los noventas, la legislación argentina actualmente cuenta con herramientas jurídicas para evitar este tipo de maniobras.

Comienza la ola de privatizaciones

“Todo lo que pueda estar en manos del sector privado va a estar en manos del sector privado”, dijo Javier Milei horas después de ser electo como presidente de la Nación. Nada nuevo se avecina. Pareciera un déjà vu que horas después, las acciones de empresas argentinas que cotizan en la bolsa de Wall Street se hayan disparado a más de un 32%. 

Entre ellas, una de las que más creció fueron las de YPF que fueron por encima del 34%. Posteriormente, Milei dio el visto bueno a la maniobra afirmando que YPF sería privatizada pero luego de “recomponerla”. Para esa tarea puso al frente de YPF a Horacio Marín, uno de los directores de Tecpetrol, la empresa petrolera del Grupo Techint, de Paolo Rocca.

YPF es la primera petrolera estatal integrada verticalmente en todo el mundo, aunque desde su creación en 1922 ha tomado giros de hasta 360 grados. La participación del sector privado multinacional-Shell y Esso- siempre estuvo presente, aunque los períodos donde estas empresas han avanzado en la participación de YPF fue durante la última Dictadura cívico-militar (1976) y posteriormente su rotundo cambio en 1991 y 1992, cuando el ex presidente Carlos Saul Menem a través de reforma, la convirtió de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima, para luego ser vendida a la española Repsol en 1999.

Durante el período YPF- REPSOL, la empresa fue fuertemente criticada por la falta de inversión en la producción de pozos petroleros. Según datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), la empresa concentró durante el 2006 el 32,8% de la producción total de hidrocarburos (incluyendo petróleo y gas), pero sólo el 10,6% de los pozos en exploración, o sea 5 sobre 47. Mientras que otras empresas privadas como Pan American Energy, invertían más en exploraciones- 23 de 47 pozos- o Petrobras que realizó el 15% de las exploraciones- 7 pozos- teniendo sólo el 9,3% del mercado.

El 16 de abril de 2012, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la decisión de expropiar el 51% de las acciones de la empresa, en manos de Repsol, a fin de retomar el control por parte del Estado. El principal objetivo fue recuperar la soberanía petrolera y frenar la caída de la producción.

Sin embargo, a pesar del determinante anuncio del futuro presidente de la Nación Javier Milei, no pareciera ser tan fácil realizar la privatización. “La Ley de creación de YPF Nacional dice que no se puede modificar la participación accionaria sin dos tercios del Congreso, por lo que deberían pasar ese filtro, a no ser que entremos en zonas irregulares, arbitrarias e inconstitucionales”, dice el ex director del Ente Nacional Regulador de la Energía, Marcos Rebara, en una entrevista que dio en Página 12.

ARSAT, la primera privatización de Milei

Durante los últimos días, se habló de la posible primera privatización de Javier Milei durante su gobierno. Se trata de vender la empresa estatal de satélites de la Argentina, ARSAT. Una empresa estatal exitosa de tecnología de punta, que ha logrado colocar dos satélites en órbita, además de poseer una extensa red de fibra óptica y data center.

Su comprador sería Carlos Slim, un Mexicano dueño del Grupo Carso que apoyó la campaña del libertario. De concretarse la operación, Milei dejaría por fuera a  los jugadores locales como Clarín, Telefónica o Telecentro, algo que Macri no se animó a hacer ya que fueron sus aliados centrales en la campaña del 2015, y expresó que “no privatizaría Arsat porque es una empresa pública que da ganancias”.

Una de las empresas estatales que permitió posicionar a la Argentina como potencia satelital y espacial será la primera en venderse por 900 millones de dólares. 

Lo que aún no queda claro es cómo lo hará Javier Milei, ya que según la Ley de Desarrollo de la Industria Satelital (27.208) dice que queda “prohibida su transferencia y/o cualquier otro acto o acción que limite, altere, suprima o modifique su destino, titularidad, dominio o naturaleza… sin previa autorización expresa del Honorable Congreso de la Nación”.

Tiene dos alternativas; o buscar la privatización mediante Congreso, lo que generará mayor revuelo en la sociedad, o utilizar un mecanismo “disfrazado” que ya se usó en época menemista. Se trata de crear una sociedad con acciones mayoritarias de la empresa privada; la firma estadounidense Hughes.

“La misma tendrá una finalidad específica, que antes tenía ARSAT. Es decir que ARSAT pierde esa especificidad”, detalló Jorge Aliaga, ex subsecretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación entre 2014 y 2015 y encargado de la articulación entre esa cartera y ARSAT. “Se está violando así los artículos 8 y 10 de la Ley 27.208, sostuvo.

 

Energía y Gasoducto

Para elegir a quién estará al frente de la cartera de Energía, Milei decidió aplicar la fórmula del “que se vayan todos” pero al revés. Porque no se fue ninguno. 

El Secretario de Energía de Milei será Eduardo Rodríguez Chirillo, que fue asesor de Cavallo en el Ministerio de Economía 1995 y estuvo en el Ministerio de Infraestructura en 2001 con De la Rúa.

Chirillo fue quien estuvo al frente de la primera ola de privatizaciones en Argentina durante el menemismo y participó de la liquidación de activos de SESGBA y Gas del Estado (YPF)

Se le suman también a la posible futura ola de privatizaciones una más; la Obra del la continuación del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK), que abarca las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires. 

Esta fue la obra más importante que concluyó el gobierno de Alberto Fernández y que se inició en el 2012 con la recuperación de YPF por parte del Estado Nacional y su apuesta por explotar el yacimiento hidrocarburífero Vaca Muerta, una de las principales formaciones de petróleo y gas no convencional del mundo.

El segundo tramo, entre Salliqueló (Buenos Aires) y San Jerónimo (santa Fe) aún no inició su construcción. Desde el gabinete que impulsa Javier Milei ya hubo declaraciones al respecto: Guillermo Ferraro, a horas de ser confirmado como ministro de infraestructura dijo “ni ustedes, ni yo, ni nadie que pagamos impuestos usamos ese gasoducto”, dijo criticando la obra pública y tirándole un guiño al sector empresariado. “En el mundo esto lo hacen los privados”, mencionó.

El 18 de agosto del 2022 se firmaron los contratos para la construcción del GPNK la cual estaba a cargo de la Empresa Pública Energía Argentina SA. Las empresas que participaron en proveer materiales para la construcción fueron las privadas TECHINT-SACDE, BTU y ESUCO.

En el acto por los 100 años de la petrolera YPF, la entonces vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se refirió a la licitación del gasoducto y criticó la adjudicación de una parte del proceso a SIAT SA, una filial de la metalúrgica Techint a cargo de la fabricación de los caños que compraría materiales para hacerlos en Brasil.

“Tenemos también que comenzar a exigir. No podemos seguir dándole 200 millones de dólares para que se paguen ustedes mismos a la empresa subsidiaria que tiene en Brasil”, dijo Cristina Fernández refiriéndose a la chapa laminada con la cual se construye el gasoducto. “Si han ganado fortuna en la Argentina. Pongan la línea de producción de chapa en Argentina”, mencionó.

La empresa a la cual se refería es Techint, una multinacional que logró su mayor capital en Argentina durante los noventa, cuando Siderca SA, una de las mayores empresas siderúrgicas del país fue privatizada.

Su director es Paolo Rocca, uno de los grandes aportantes a la campaña de Milei. Eso será suficiente como para que le devuelva el favor y ponga a un hombre suyo; Horacio Marín, al frente de YPF.

Rocca es uno de los hombres más ricos de Argentina y fue un aliado durante el gobierno de Menem, luego de Macri y ahora está entre las filas del gabinete que formará Javier Milei a partir del 10 de diciembre.