Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), divulgó sus datos, en donde hubo un aumento de la indigencia al 8,8% desde el período pasado, que era 8,2%. En contraposición, hubo un descenso de la pobreza del 37,3% al 36,5% en el primer semestre de este año.
Al conocerse los datos, la Vicepresidenta Cristina Fernández, opinó al respecto y dijo por sus redes sociales que el dato evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos. Si bien esquivó una crítica directa al Ministro Sergio Massa, pidió por una “política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”.
El incremento en los precios de los alimentos ya es un escenario diario, que impide que en muchos casos, el salario le gane a la inflación. Los precios en la canasta básica alimentaria aumentaron un 81,4% con respecto al año pasado, según el INDEC. Los rubros que mayor sufrieron esos aumentos fueron en limpieza, perfumería, frescos, almacén, congelados, artículos para bebés y mamás, y bebidas.
Dadas las presiones y reclamos por impulsar una medida de emergencia que sostenga el bolsillo frente al consumo de productos de góndola, el gobierno busca relanzar el programa de Precios Cuidados.
Actualmente las negociaciones entre la cartera que conduce Matias Tombolini, y empresas alimenticias, se encuentra en el armado de 600 productos que integrarán el programa. Los ajustes de este relanzamiento tienen que ver con una “nueva versión” en donde haya menos artículos pero con más primeras marcas.
Ganancia para pocos, hambre para muchos
¿Cuáles son las principales empresas alimentarias a las que la Vicepresidenta se dirigió como las que “han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”?
El panorama alimenticio en el país está repartido por seis grandes cadenas de supermercados que dominan el 80% de la facturación en Argentina: Walmart (EEUU) -que incluye la cadena Chango Más-, La Anónima (Argentina), Día (España), Carrefour (Francia), Cencosud (Chile) y Coto (Argentina). En tanto, los productos que se venden en góndolas corresponden a 20 empresas, locales y extranjeras.
El rubro lácteo es uno de los más concentrados: una sola compañía vende nueve de cada 10 litros de leche: la argentina Mastellone, dueña de la marca La Serenísima.
Por su parte, Arcor, el primer productor mundial de caramelos duros y principal exportador de golosinas, posee 43% de las acciones de Mastellone, y es la principal productora de alimentos de consumo masivo nacional. La empresa informó que el año pasado sus ventas incrementaron un 9% interanual, al alcanzar ingresos por 53.672 millones de pesos (570 millones de dólares) y una ganancia de 3.857 millones de pesos (41 millones de dólares).
Cabe recordar que el ex secretario de Comercio Interior de la Nación, Roberto Feletti, denunció a principio de año los incumplimientos de algunas empresas en los acuerdos de precios establecidos, como Bodegas Chandón, y CCU Argentina (Compañía Cervezas Unidas), Coca Cola, Granix, y Los 5 hispanos, Prodea, Quilmes, Las Marías, Reckit-Benckiser, y Mondelez.
La pregunta ahora es si estos gigantes que controlan los productos masivos a nivel local, tendrán buena fe y cumplirán con su parte, o de lo contrario, podrán ser controlados exhaustivamente por el Estado. Hasta ahora, el diálogo no los convenció.