El presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), Gustavo Idígoras, volvió a estar en boca mediática tras la denuncia que hizo este lunes sobre las 1,5 millones de toneladas de soja que son contrabandeados a Bolivia y Paraguay. Idígoras manifestó que “se nos están escapando 400 millones de dólares”. Sin embargo, su denuncia no arroja datos y ningún nombre. Pareciera que la intención trata de volver a poner en agenda el tema “retenciones”
“Hoy en Argentina la soja vale 47.000 pesos promedio y en Paraguay y en Bolivia se paga 80.000 u 85.000 pesos y en algunos casos un poco más. Eso genera la tentación para mucha gente de contrabandear en esa zona fronteriza”, aseguró Idígoras, quien evitó hablar de grandes empresas del agro y mencionó la palabra “gente”. A su vez, Afirmó que en dicha maniobra están involucrados múltiples actores, públicos y privados y “3000 camiones”.
Para marzo de este año, ingresaron a las arcas del Estado $285.677 millones por retenciones al agro. No casualmente apuntó a la soja, el grano que mantiene el porcentaje más alto en retenciones; un 33%. Lo cierto es que este commoditie se encuentra en un momento histórico, con su valor más alto en los últimos diez años. Por su parte, para el trigo y maíz la retención es de un 12%, y para el girasol 7%.
El pasado miércoles, la Mesa de Enlace llamó a un paro con movilización. La Argentina no comercializó granos y hacienda durante 24 horas. La marcha del campo que tuvo lugar en diferentes puntos del país, aunque con un mayor caudal en Gualeguaychú, hacía varios reclamos. Entre sus principales estaba el de siempre: la baja de impuestos al sector. El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes dijo “estamos podridos de pagar impuestos y que se afanen la guita”.
Indígoras había declarado semanas antes que el sector agroindustrial aporta alrededor de 10 mil millones de dólares en retenciones “por encima de cualquier otro”, dijo. Sin embargo, la exportación de los productos “estrella” en recaudación de divisas; la harina y el aceite, están en manos de 14 empresas. Diez de ellas son las empresas más grandes del país, y solo 5 del total son nacionales (ACA, AFA, Molinos Agro, Aceitera General de Deheza, YPF).
“Toman al agro como una fuente de recaudación fiscal y no como una fuente de riqueza o empleo de nuestro país”, expresó Idígoras, al mismo tiempo que se manifestó enojado por la direccionalidad de la recaudación pública; “es para subsidiar el gas que consumimos”, dijo. En Argentina todos subsidiamos el gas pero no los alimentos. El gabinete económico necesita pagar una factura de gas que ha subido mucho”, aclaró.
No solo eso, sino que el representante del agro, le tiró la pelota al sector petrolero para que se haga cargo de los aportes tributarios. “Hoy estamos importando petróleo con un nivel de retenciones tremendamente bajo”, sostuvo.
De todas formas, hay un dato que no puede pasar desapercibido. El precio FAS del trigo (valor interno del producto) ha aumentado tanto, que comparando las ganancias de los productores de trigo durante el macrismo; con retenciones 0, a la actualidad; con retenciones del 12%, los ingresos son mayores actualmente.
Otro dato a tener en cuenta es que las retenciones en Argentinas están atadas a su valor agregado; una medida que intenta fomentar la industria manufacturera. Así nacieron los famosos “Diferenciales”; entre la materia prima, y el producto final. ¿Cómo se aplica? Bajando las retenciones a los productos más manufacturados: Por ejemplo, si exportas trigo pagas 12%, si exportas harina 9% y si exportas pan 5%
Por ahora, la estrategia del Gobierno para pagarle al FMI y mandar reservas al Banco Central se dirige por esa línea: el fortalecimiento del campo y la industria. “Los argentinos tenemos que pasar de exportar trigo a exportar fideos; eso es la ley de agroindustria que está en el Congreso”, dijo Sergio Massa, uno de los impulsores del proyecto.
Aunque por otro lado, el oficialismo tensiona para poner paños fríos al actual contexto inflacionario que impacta fuertemente en el precio de los alimentos. Uno de sus recientes logros fue el acuerdo de subsidiar el precio de la harina en el mercado interno, con la recaudación de u$s400 millones del sector agro. Algo que Idígoras se lo atribuye como muestra de “compromiso” del sector agro.