En pocas horas conoceremos todos los nombres de los candidatos del frente “Fuerza Patria”. Una herramienta que nació tras el acuerdo de Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner. Y por supuesto, bajo la tutela de Cristina Fernández.
Aunque ya hay algunas confirmaciones, como por ejemplo la de Gabriel Katopodis encabezando la Primera Sección, o la de Verónica Magario, en la Tercera, lo que más trascendió en estos últimos tres días fue la tensión y la constante disputa por los lugares en las listas. Una situación que incluso llegó al punto máximo, con amenazas de ruptura de Fuerza Patria, a último momento.
Eso se evitó y el peronismo irá unido en las próximas elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, fechadas para el domingo 7 de septiembre. Lo que no se sabe es -en caso de cosechar un mal resultado- qué pasará en las elecciones legislativas nacionales, de octubre.
La única certeza es que más allá de lograr una unidad forzada, lo que todavía carece en el peronismo es la creación de un nuevo proyecto de país. Porque incluso con un hipotético triunfo de Fuerza Patria en la provincia o a nivel nacional, las posibilidades de volver al poder en el 2027 serían más nítidas, pero no necesariamente certeras para cambiarle la realidad a los 45 millones de argentinos y argentinas.
Esto, de hecho, ya sucedió en 2019 cuando el triunfo de Alberto Fernández.
Ya comprobamos que la unidad por sí misma puede lograr triunfos electorales, pero no el desarrollo de la economía y políticas para el bienestar de la sociedad.

Tampoco la unidad es sinónimo de poder, porque ya sabemos que tomar las riendas del Poder Ejecutivo no significa conseguir la hegemonía necesaria para gobernar. Menos en un mundo salvajemente capitalista, donde el poder central reside en la economía.
Por lo tanto, la unidad es completamente necesaria y no se le debería bajar el precio a eso, pero con un Plan de Gobierno Popular y Transformador. O como quieran llamarlo. No importa el nombre, lo que importa es discutir ideas. Un plan de gobierno. Un modelo de país alternativo al de Javier Milei.
Antes de pensar en la unidad, antes de pensar en las elecciones, hay que pensar en la gente… ¿Cómo vive en este momento? ¿Qué necesita? ¿Qué reclama?
Antes de sumarse a una nueva carrera por el poder, se debería reflexionar: ¿Cuál es el gran problema de la Argentina? ¿Qué medidas debería tomar un buen gobierno para mejorar nuestra industria, nuestra producción, nuestra soberanía y la vida de las clases trabajadoras?
Se debe salir de la parálisis, salir del lugar de denuncia e imponerse como un actor central que pueda cambiar los destinos de la Patria.
Estamos a dos años de las elecciones presidenciales del 2027. El gobierno de Javier Milei ya demostró que es una tragedia… ¿Le vamos a dar cuatro años más?
Tenemos suficiente tiempo para desarrollar un Plan de Gobierno Popular y Transformar… debatirlo con la gente … difundirlo en cada barrio, pueblo, ciudad y provincia. Y hacerlo posible.
La interna debería pasar por acá … Pero por ahora pasa por los lugares en las listas.















