El presupuesto del gobierno nacional para 2025 enviado al Congreso reduce al 50% el valor real de los programas educativos con respecto al 2023. Además suspende el artículo 52 de la ley 26.058, anulando cualquier tipo de financiamiento para la educación técnica.
Dicha ley de Enseñanza Técnica Profesional tiene como objetivo principal establecer mejoras continuas de la calidad de la Educacion Técnica Profesional. Y sobre todo aportar al desarrollo sostenido de la Argentina. Su sentido es darle unidad nacional y organicidad a la formación de técnicos en oficios. Su desfinanciamiento es equivalente a la destrucción del sistema de enseñanza técnica que hizo Menem en la década del ‘90.
Es decir cuando no había proyecto industrial para la organización económica de las provincias.
Con un 52.9% de argentinos en la pobreza y un 18% de indigentes, sumado a la tasa de desocupación creciente del 8%, el Estado no ofrece salidas educativas para desarrollar al país. La razón es que no hay proyecto de país industrial.
La frase de Milei de destruir el estado desde adentro significa que está generando la disolución del organizador histórico de la Nación, que es el trabajo. Es la completa desprotección de los derechos laborales, no hay orientación económica mínima para saber qué trabajos hay que enseñar para hacer crecer el país. La población económicamente activa pierde las herramientas formativas para salir de la pobreza.
Según el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, en el año 2021 se matricularon 1.285.935 estudiantes en Argentina de la Educación Técnica Profesional. Este número viene en aumento desde el 2015. De los cuales alrededor de 500.000 son de la Formación Profesional o sea de los Centros De Formación Profesional (CFP) que en su mayoría son dependientes sindicatos. En la provincia de Buenos Aires hay 267 escuelas técnicas estatales, 3 anexos y 7 extensiones distribuidas en 124 distritos de las 25 regiones educativas. A estos se le suman 606 Centros de formación profesional con 129 ofertas educativas. En el año 2023 le dieron matrícula de formación profesional a 273.008 estudiantes.
Defendiendo la Enseñanza Técnica Profesional para un modelo de país inclusivo
En los años ‘40 el peronismo decía: “Necesitamos 1 millón de técnicos para asegurar la independencia de la patria”. El por entonces Secretario de Trabajo, Juan Domingo Perón creó la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional para organizar la formación de los trabajadores.
Las primeras escuelas técnicas en Argentina fueron las de educación agraria. Su rol histórico en los albores de la patria fue formar ciudadanía porque había un modelo de país agroexportador. El gaucho y el indio más los hijos de inmigrantes europeos aprendieron la siembra y la cosecha en sus establecimientos educativos. Hoy se quiere eliminar hasta el estatuto del peón rural que le da derechos al trabajador campesino. Es decir, casi como volver a la esclavitud.
En diálogo con ARG MEDIOS, Cesar Medina -Secretario gremial de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (A.M.E.T)- explicaba que “con Alberdi y Sarmiento, la educación agraria fue desarrolladora de una cultura letrada”. “Además la escuela de oficios para la generación de 1880 en su visión de país, necesitaba una homogeneización del idioma y de las costumbres argentinas para que los inmigrantes y criollos pudieran entenderse. Sobre esa base se genera la Educación Agraria para tecnificar al obrero rural con el afán de insertar al naciente país en el mercado mundial como productores de materias primas. Además discute ideológicamente civilización y barbarie con el gaucho poblador de las pampas”, sostiene.
Con Perón, la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional primero y la Universidad Obrera Nacional después, se generaron las condiciones formativas para que los trabajadores entren en el modelo de sustitución de importaciones es decir en la industrialización. Durante el golpe de estado del ‘55 la dictadura intentó desmantelar el sistema de escuelas técnicas pero hubo resistencia. En 1959, fue creado el Consejo Nacional de Educación Técnica, órgano rector de las escuelas técnicas en el proyecto desarrollista de Frondizi.
Ya en los ‘90, el menemismo desmanteló el sistema de escuelas técnicas, pero en el año 2005 se promulgó la ley 26.058. Dicha ley conocida como de Educación Técnico Profesional (ETP) fue sancionada el 7 de septiembre de 2005 bajo la presidencia de Néstor Kirchner. La ley de E.T.P cambió el rumbo de la educación argentina por su innovación, desarrollo y financiamiento para la formación tecnológica.
Para el Secretario Gremial hoy se está reclamando por el desfinanciamiento hacia las instituciones de formación profesional pero además por la apertura de profesorados técnicos y capacitación para docentes.Titularizaciones para instructores y docentes porque las dificultades para las escuelas Agrarias y Técnicas son muy profundas. El Gobierno dejó de pagar el Fondo Nacional de Incentivo Docente y se suprimieron las paritarias de educación técnica nacional. Y sobre todo se está luchando para que la educación no sea un servicio esencial porque su objetivo es evitar las huelgas reconocidas por la constitución de la república.
Ante esto el movimiento obrero organizado debe debatir un modelo de país inclusivo para formar a la clase trabajadora para revertir esta situación. Porque quedó demostrado que el régimen Milei no tiene un proyecto de desarrollo y menos quiere que los trabajadores se instruyan. Esto se debe a que nos quiere bajar el precio como mano de obra barata o semi esclava. Todo para seguir aumentando las ganancias de los grandes empresas extractivistas, que saquean nuestros recursos naturales a cambio de migajas.