El Boicot de EE.UU. a los Juegos Olímpicos de invierno

Estados Unidos y países aliados promueven un boicot a los Juegos Olímpicos de invierno en China. El comité olímpico pide no politizar la competencia.

Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de invierno (JJOO) se celebrarán entre el 4 y el 20 de febrero de 2022 en Beijing, China. Sin embargo, en las últimas semanas no destacó el capitulo deportivo sino el llamado a “boicot” diplomático al certamen por parte de Estados Unidos. 

El boicot está planteado sobre las figuras diplomáticas oficiales, es decir, que tanto Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido, Lituania, Nueva Zelanda y Kosovo no enviarán figuras gubernamentales, aunque las delegaciones deportivas podrán participar de los Juegos.

La administración de Joe Biden reclama por la situación de la provincia de Xinjiang, de mayoría musulmana, donde la prensa occidental denuncia violaciones a los derechos humanos del gobierno chino. Aunque no es el único reclamo de la administración norteamericana: también incluyen a Taiwán, Hong Kong, y el conflicto en el Mar Meridional. 

La respuesta de Beijing llegó a través del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian: “Si los países forman una clase, Estados Unidos no es para nada el alumno sobresaliente en el curso de democracia, y menos aún está en condiciones de ser profesar”.

Zhao expresó su repudio a las autoridades norteamericanas: “Estados Unidos ha pedido un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, pero solo se han humillado a sí mismos ya que no han sido invitados”.

 

Desde que asumió la presidencia en enero de este año, Biden hizo de China el centro de su política exterior y casi todos los temas importantes de su agenda tienen un nexo con el gigante asiático. Aún así, el país sostendrá la participación deportiva con una delegación de casi 300 atletas, así lo confirmó Sarah Hirshland, la directora ejecutiva del Comité Olímpico y Paralímpico de EE.UU.

La política los Juegos Olímpicos

No es la primera vez que la política exterior estadounidense se mete en la competencia deportiva más grande del mundo. En 2008, ocurrió algo parecido durante la presidencia de George W. Bush y las protestas en el Tibet, aunque en ese momento el mandatario asistió a la apertura de los JJOO de verano en Beijing. Anteriormente, en el contexto de la guerra fría, Estados Unidos no participó de Moscú 1980, mientras que Rusia hizo lo propio en Los Ángeles 1984.

China será el primer país que albergará ambos Juegos Olímpicos: los de verano fueron en Beijing 2008, mientras que en 2022 serán los de invierno (ya que se toma en cuenta el clima del norte global). Desde las autoridades chinas y del comité olímpico buscan “despolitizar” la competencia deportiva. Lo cierto es que los JJOO siempre estuvieron cargados de contenido político, ninguna ciudad fue la excepción.  

Según el medio Global Times, a principios de este mes, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución de tregua olímpica para el evento redactado por China y copatrocinado por 173 estados miembros. El 11 de diciembre, la declaración de la X Cumbre Olímpica expresó una firme oposición a cualquier politización de los Juegos Olímpicos y del deporte. 

A pesar de esto, algunos países se hicieron eco de la decisión estadounidense. Otros como Rusia o Argentina expresaron su acompañamiento a los organizadores chinos. “Confío que en febrero del próximo año por fin podremos reunirnos en persona en Pekín. Como hemos acordado, celebraremos las negociaciones. Y después participaremos en la ceremonia de aperturas de los Juegos Olímpicos de Invierno”, afirmó Putin. Y agregó: “No tengo ninguna duda de que los próximos Juegos Olímpicos de Invierno se celebrarán al más alto nivel, en China saben hacerlo”.

En el caso argentino, la decisión se dio luego de una reunión virtual entre el embajador argentino, Sabino Vaca Narvaja, e integrantes del Comité Olímpico Argentino donde examinaron los protocolos para el ingreso de las y los atletas argentinos considerando la nueva variante del COVID-19.