*Nota de opinión
Cristina no será candidata. A nada.
La vicepresidenta lo tuvo que repetir en al menos tres oportunidades desde diciembre del año pasado. Por supuesto, se entiende por qué: para miles de argentinos y argentinas representa una figura capaz de poder sacar al país de la crisis económica y social que se vive desde hace por lo menos ocho años.
Pero lo llamativo es que la expresidenta aclaró en todas estas oportunidades que no será candidata debido a una “proscripción” por parte de la Justicia, luego de que sea condenada en una causa por supuesta corrupción.
Hay al menos dos análisis importantes acá:
1: Desde las expresiones de la ex mandataria se puede advertir que no es que ella no quiera ser candidata, si no que no la dejan.
2: Por otro lado, si la proscripción de la justicia es real y si además le sumamos que el año pasado la quisieron asesinar en frente de las cámaras de televisión, se podría admitir que la expresidenta ha recibido varios atentados.
Por lo tanto, -relacionándolo a una canción militante que suena desde hace mucho-, a Cristina “ya la tocaron”. Y hasta ahora nunca se armó “quilombo”.
Lo más preopupante de todo esto es que la vicepresidenta no es precisamente una referenta social ligada a la extrema izquierda y una representante del anti sistema. Desde sus discursos se ha podido conocer que es una abierta defensora del capitalismo y en sus gobiernos lo comprobó. Solamente que con una perspectiva de inclusión y desarrollo para las clases más humildes y trabajadoras (más allá de todo lo que podamos discutir y criticar).
Es decir, en pleno 2023 -y pese al arrastrado sufrimiento que viene soportando el pueblo- un sector muy pequeño de la sociedad prohíbe este tipo de candidaturas, que ni siquiera pueden catalogarse violentas o incitadoras al odio, como sí lo son otros representantes de la extrema derecha argentina. Un homenaje siniestro a poco de que se cumplan 40 años del retorno de la democracia.
La pregunta para finalizar es: este 25 de mayo, ¿Debemos esperar un discurso de Cristina o demostrar en las calles la dignidad de un pueblo que solo quiere elegir libremente a sus representantes?