A poco más de dos semanas del cierre de listas para las elecciones legislativas de este año, el Frente de Todos espera para mostrar sus cartas, mientras que en la oposición se desata una feroz interna que Larreta despunta.
Más allá de los nombres, lo cierto es que los comicios –pospuestos para septiembre y noviembre por la pandemia- estarán marcados por el humor social. La cuestión será cómo llegar en relación al contexto epidemiológico y sobre todo, si la economía logra encenderse y sumar a las mayorías.
Ya hay movimientos en el gran tablero electoral y desde Juntos por el Cambio, hay cada vez más fricciones e internas calientes.
El factor Larreta
Tras la decisión de abandonar el país, el expresidente Macri dejó diezmada a su tropa y la única candidata fiel con la que contaba, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, perdió la pulseada con el sector que lidera el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
El jefe porteño instaló a María Eugenia Vidal como la principal candidata para competir en la Ciudad de Buenos Aires. La exgobernadora aceptó y logró desligarse del interés por la provincia. En su cuenta de Twitter borró la frase orgullosamente bonaerense y ya está lista para hablarle al electorado que vive del otro lado de la General Paz.
La única resistencia que le nace a Larreta, ahora como un cada vez más arraigado líder en Juntos por el Cambio, es la que encabeza Facundo Manes y el intendente de Vicente López, Jorge Macri. El neurólogo confirmó su deseo de participar representando a la UCR bonaerense, mientras que el jefe comunal intenta engrosar esas filas, o bien encabezarlas. Allí también aparece otro nombre: el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó.
A grandes rasgos, el primer análisis que surge es que Mauricio Macri perdió fuerza en la pulseada interna y el larretismo crece cada vez más. Un síntoma indudable de su aspiración presidencial en 2023.
Pero también, que desde Juntos por el Cambio apuestan demasiado a esta elección, que la observan como un primer paso para ir por todo en las próximas elecciones generales. Su actitud beligerante en medio de uno de los peores momentos del país, con miles de infectados y decenas de muertos por día, no cesó en ningún momento y –de no encontrar resultados positivos frente a la pandemia y la economía- el oficialismo sentirá el daño.
La marca del Frente de Todos
Ahora bien, desde el oficialismo todo es más hermético, pero ya se barajan algunos nombres. Lo cierto es que desde Casa Rosada insisten con una consigna que seguramente se trasladará en alguna de campaña más adelante: lo que pesa es la marca del Frente de Todos, más allá de cualquier candidato o candidata.
Después de todo, es esta estructura la que permitió vencer a Macri en 2019 y la que está garantizando cierta estabilidad política en medio del huracán del COVID-19. Mantener la unidad, es una de las claves fundamentales.
Los que suenan fuerte para encabezar la lista de Diputados en la provincia de Buenos Aires son la actual titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz (quien también es concejal en La Plata) y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
Tolosa Paz viene del riñón del presidente Alberto Fernández, mientras que Insaurralde apareció junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en un acto de la semana pasada. ¿Mensaje?
Pero hay otros posibles: el exgobernador y actual embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, la titular de Anses, Fernanda Raverta y la titular de PAMI, Luana Volnovich.
Más abajo, figuran la posible candidatura del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni. Por ahora, nadie confirmado.
El 50% de la población adulta ya está vacunada
Más allá de los nombres, el gobierno sabe que la estrategia para ganar una elección clave pasará por controlar una posible tercera ola de coronavirus y mejorar todo lo posible la economía.
Al respecto, el gobierno de Alberto Fernández (y algunos gobernadores, como Axel Kicillof), se apoyarán en su gestión frente a la pandemia. Actualmente, el país cuenta con 25.559.393 vacunas. De las cuales, 22.813.398 ya se aplicaron. De ese total, 18.246.811 corresponden a la primera dosis y 4.566.587 a la segunda.
Según datos oficiales, la Argentina alcanzó el 51.62% de vacunación con una dosis en la población mayor de 18 años, al tiempo que
se cumplió un nuevo récord de dosis aplicadas con 471.399 inoculaciones en todo el territorio.
A todo esto, se viene una verdadera lluvia de vacunas. Esta semana, el país recibirá tres millones de dosis de diferentes vacunas. Están previstos tres vuelos hacia Beijing para traer 758 mil vacunas Sinopharm en cada vuelo (llegarían el 9, 10 y 11 de julio).
También, un vuelo desde Albuquerque, Estados Unidos, con más de un millón de dosis Oxford / AstraZeneca. También se espera un vuelo desde Moscú, con un aproximado de 500 mil Sputnik V.
Por otro lado, el gobierno argentino finalmente cerró el primer contrato con un laboratorio norteamericano, tras la polémica con las vacunas Pfizer. Se trata de las vacunas Moderna o Johnson&Johnson. A parte de esto, vale aclarar que el gobierno de Biden aprobó una donación de 2.500.000 dosis de vacunas norteamericanas.
Y como si fuera poco, el país ya produjo más de 400 mil dosis de Sputnik V. En este momento están siendo evaluadas en el Instituto Gamaleya de ese país y posteriormente, deberán ser aprobadas de la misma forma por la ANMAT. Se calcula que, hacia fines de julio, el país podrá comenzar a inocular con sus propias vacunas (se podrán fabricar alrededor de un millón por semana).
Un último dato refiere al acuerdo entre del gobierno por 5.400.000 dosis de la vacuna chino-canadiense de Cansino. Todavía sin fecha exacta de arribo hacia el país.
Con todas estas dosis -siempre y cuando el escenario global no sorprenda con una variantes más problemáticas-, el país retornará paulatinamente a una estabilidad epidemiológica y social, después de semejante tragedia.
Eso, sin dudas, permitirá que también se potencie la economía, aunque a este último punto le falte otro fuerte anuncio de parte del oficialismo. Algo que se espera para las próximas semanas.