Algo que ha caracterizado al Frente de Todos durante sus casi cuatro años de gobierno fue su incapacidad de llevar adelante una agenda unificada. El desarrollo de programas similares en paralelo, la falta de coordinación de ministerios, la ausencia de un plan nacional de desarrollo e inclusión, un sinfín de anuncios sobre los que se ha retrocedido o que directamente han sido devorados por la vorágine cotidiana del sistema político.
El contexto en el que se convoca a una nueva movilización al Palacio de Tribunales no escapa a esta lógica propia de una coalición en disputa. Por un lado se desarrolla el juicio político contra los magistrados de la Suprema Corte de Justicia impulsada por el Gobierno Nacional desde el mes de enero del corriente. Hablamos de un proceso lento y con poca visibilización en medios. Son 14 los pedidos de enjuiciamiento a la Corte y el proceso se encuentra aún en estado de recopilación de pruebas y testimonios para ir justificando punto por punto los motivos del procesamiento. Es decir, la etapa en comisión no se cerró y no lo hará en el corto plazo.
Por otro lado, organizaciones políticas kirchneristas han amenazado durante varios meses con un operativo clamor que tuviese como objetivo frenar la persecución judicial contra Cristina Fernández de Kirchner, romper con la proscripción impuesta por el Tribunal Oral Federal 2 (con posibilidad de apelación) y pedir su candidatura presidencial para las elecciones de fin de año. El proceso iniciado el 11 de marzo en el “Plenario de la Militancia” no ha tomado fuerza, estructura, ni ha sido desarrollada con la misma intensidad por las diversas fuerzas que componen el kirchnerismo.
“La única que le genera garantías al pueblo es Cristina Kirchner. Por eso decimos Cristina Kirchner presidenta y, si no es ella, es ella la que tendrá que decir cuál es el plan B, como hizo hace cuatro años”, afirmó el intendente de Ensenada, Mario Secco durante la conferencia de prensa previa a la movilización que se realizó en la sede del SMATA.
Y por último, están quienes de manera silvestre, o por fuera de la explicita conducción orgánica del kirchnerismo, han decidido pasar a la acción. Es el caso de la huelga de hambre realizada durante 7 días por miembros del “Grupo de Curas por Opción de los Pobres”, quienes junto a distintas organizaciones políticas y sociales exigen hace más de dos semanas que avance el juicio a la Corte y el cese de la persecución a Cristina Fernández de Kirchner.
“Estamos haciendo esta huelga de hambre o ayuno por la proscripción a Cristina. Nuestra democracia está totalmente condicionada por este Poder Judicial que, como la vicepresidenta dice, es una mafia y no algo justo”, afirmó el cura “Paco” Olveira en el primer día de huelga.
Todos estos caminos dispersos han derivado en una única convocatoria pactada para el día 13 de abril en Plaza Lavalle, frente al edificio de Tribunales, ni más ni menos que al cumplirse siete años de la multitudinaria movilización a Comodoro Py que, bajo la lluvia y en un improvisado escenario, busco dar su apoyo a la vicepresidenta en una de sus primeras declaraciones ante el difunto juez Claudio Bonadío. “Aun cuando más nublado parezca, el sol siempre sale”, dijo la ex mandataria aquella vez.
La convocatoria logró atraer a amplios sectores del FdT. El primero en dar el presente fue “La patria es el otro”, nuevo frente bajo la conducción del ministro bonaerense Andrés “Cuervo” Larroque e integrante de la llamada “Mesa de Ensenada” donde participan el mencionado Mario Secco, Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el ministro Eduardo “Wado” de Pedro y los jefes comunales de Pehuajó, Pablo Zurro y de Avellaneda, Jorge Ferraresi, entre otros. Según trascendidos, esta mesa fue el origen de la convocatoria.
A la convocatoria se han plegado el Frente Patria Grande encabezado por el precandidato presidencial Juan Grabois, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) liderada por Juan Carlos Alderete, centrales sindicales como la CTA de los Trabajadores, sectores de la CGT como el Sindicato de Canillitas y SMATA, legisladores nacionales y provinciales, ministros nacionales, intendentes y todas las organizaciones políticas vinculadas al kircherismo (obviamente, La Campora entre ellas).
Entre fuerzas organizadas y autoconvocados, se espera una movilización masiva. La idea es que hable un referente de la CGT, otro de la CTA y el acto lo cierre con un discurso el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Las columnas de militantes están convocadas para las 16 Hs. en 9 de Julio y Avenida de Mayo. De ahí comenzará la movilización para el lado de la avenida Córdoba para ingresar a Plaza Lavalle. El acto arrancará después de las 17 Hs. Cristina no estará presente en el acto.