Tal como se había advertido, ahora Fondos de inversión -más conocidos como “fondos buitres”- podrían intentar una maniobra judicial para quedarse con parte de los lingotes de oro que el gobierno de Javier Milei envió a Gran Bretaña, a modo de garantía.
Ayer se conoció que al menos uno de ellos, el Banbridge Fund, solicitó información sobre las reservas del oro argentino para preparar un posible embargo.
Esto ocurre porque este fondo es uno de los que reclama judicialmente a la Argentina por bonos impagos desde el default de 2001 que no fueron canjeados. De hecho, ya tiene una sentencia a su favor por U$S 95 millones más intereses.
En los meses de julio y principios de agosto, el diputado nacional Sergio Palazzo advirtió de extraños movimientos desde el Banco Central y pidió información sobre la posible fuga de oro de las reservas.
Finalmente, el ministro de Economía, Luis Caputo, tuvo que admitirlo: “Es una movida muy positiva del Banco Central. Hoy tenés (el oro) como si fuera un inmueble, sin ningún beneficio, no lo podés usar para nada. En cambio, si tenés ese oro afuera le podés sacar un retorno y la verdad es que el país necesita maximizar los retornos de sus activos. Entonces tener ese oro en el Banco Central sin poder hacer nada, para el país es negativo”, justificó.
Es decir, el gobierno de Milei envió ese oro a Londres para integrarlas como garantía de una posible operación de préstamo de corto plazo (denominada “Repo” en la jerga financiera).
El objetivo era hacerlo al descubierto, pero la jugada salió mal. Lo cierto es que esta decisión podría salir todavía peor si uno de los fondos que reclama una deuda con el Estado argentino, accede a las reservas del oro nacional como embargo.
En julio de 2021, un banco de Inglaterra retuvo 31 toneladas de lingote del gobierno de Venezuela, por los que precedentes para que ocurra algo similar con nuestro país, son preocupantes.