A horas de que se dé la marcha nacional en defensa de la universidad pública, el Secretario de Educación de Nación, Carlos Torrendell, acusó a las universidades de “inventar alumnos” para cobrar fondos.
Pero, como era de esperarse, las declaraciones del funcionario no solo no son ciertas, si no que partieron de un desconocimiento sobre cómo se financian las universidades. Claro, es difícil de creer viniendo del propio Secretario de Educación.
Quien tomó el guante y le respondió con detalles fue Víctor Moriñigo, presidente del Consejo de Rectores.
“Una vez más el gobierno nacional actúa con una mezcla explosiva de prejuicios y desconocimiento de la gestión… porque hoy nada se reparte en la universidad pública bajo ninguna polinómica (en función de la cantidad de alumnos), eso es algo que le dijeron al secretario y él repitió sin saber”, comenzó Moriñigo.
“Ya hace más de diez años que los fondos para las universidades sólo se actualizan de acuerdo a la inflación. Se toma su presupuesto histórico y se lo actualiza según hayan aumentado los precios. Para recibir más fondos de acuerdo a la cantidad de alumnos, el presupuesto universitario debería incrementarse, lo que no sucede desde hace más de una década. Lo único que se viene haciendo es actualizar los fondos de las universidades de acuerdo a la inflación”, detalló después.
Por otro lado, para Rodolfo Pastore, decano de Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes el planteo del gobierno “es insólito” y claramente “una provocación más”, ya que consideraron que “falazmente deslegitimar a la universidad pública, la institución con mayor prestigio y valoración social en nuestro país”.
“Además, busca desviar el tema de fondo de crisis presupuestaria en las universidades originada en las políticas de desfinanciamiento científico y universitario”. Pastore señaló que hoy el 85 por ciento de los trabajadores de las universidades cobran un salario por debajo de la línea de pobreza. El vaciamiento, agregó, “ha provocado una caída sin precedentes de las partidas para becas estudiantiles, investigación científica, vinculación social y obras de infraestructura.