Comenzó el juicio a Dolores Etchevehere por el proyecto Artigas: ¿Usurpación o acción simbólica?

En octubre de 2020, Dolores y militantes del MTE ingresaron a la estancia Casa Nueva ubicada en la provincia de Entre Ríos. Allí se plantaron para comenzar un proyecto de producción agroecológica denominado Proyecto Artigas. El objetivo fue dar a conocer las maniobras criminales a las que la sometió su familia y desnudar la impunidad con la que se manejaron los Etchevere a lo largo de la historia. 

El 20 de abril comenzó a juzgarse a Dolores Etchevehere -hermana del expresidente de la Sociedad Rural, Miguel Etchevehere-  y al abogado Facundo Taboada en los Tribunales de La Paz provincia de Entre Ríos, por usurpación a una estancia familiar en plena pandemia. Su madre y sus hermanos pidieron un año de cárcel para ella y para el abogado del proyecto, Facundo Taboada.

Las acciones judicializadas tienen muchas interpretaciones, pero en los hechos la única heredera mujer de Luis Félix Etchevhere sufrió de parte de sus hermanos estafas, violencia económica y de género. La están juzgando por entrar a la estancia donde se crió, solo por el hecho de hacerlo de la mano de militantes populares. La sentencia la dará el juez Gervasio Labriola el próximo 5 de mayo.

El juicio

En diálogo con ARG MEDIOS,  Dolores Etchevehere sostiene que el juicio “terminó el mismo día que comenzó”. La estrategia acusatoria de parte de los Etchevehere corruptos tenía como principal eje los relatos de sus peones rurales. En la Estancia se filmó un documental llamado “Proyecto Artigas: un surco en la tierra” y una película titulada “Otra semilla”.  Allí se observa que el contingente ingresó a plena luz del día el 15 de octubre, a las 11 am y que no hubo violencia ni engaños de parte de Dolores para con los trabajadores de la estancia. Sobre todo, porque ellos sabían en aquel momento que la mujer también era dueña de su casa natal.

El 15 de Octubre del 2020, durante la pandemia por COVID 19, militantes del MTE de todo el país junto con Dolores Etchevere, se adentraron al latifundio familiar de 2.500 hectáreas denominado Casa Nueva. Es un campo de explotación agrícola ganadera donde también hay un viejo tambo. El mismo está ubicado a 12 kilómetros de Santa Elena, provincia de Entre Ríos. Estuvieron 15 días cultivando la tierra y realizando talleres que enseñaban a producir sin agrotóxicos.

Durante las audiencias comenzadas el lunes 20 de abril, Ramona Rodríguez, la casera del establecimiento, se contradijo de la primera declaración realizada en la fiscalía. En plena audiencia intentó decir que la entrada al casco de la estancia había sido con violencia. La defensa de Dolores mostró un video de ella declarando lo contrario hace cinco años. En los primeros días de la permanencia pacífica, agentes de la policía científica ingresaron al lugar para certificar que todo estuviera en orden y no hubiera signos de violencia. Por el contrario, los militantes instalados en la estancia construyeron un horno de barro. Además, adecuaron para la siembra un terreno que nunca había sido cultivado.

Los testimonios de su madre Leonor Barbero Marcial y de los hermanos Etchevehere no son muy valiosos como prueba en el juicio. Ellos no fueron testigos directos de cómo entró el contingente a Casa Nueva. Todo lo que testificaron es la reconstrucción que los trabajadores de la estancia les iban reportando por teléfono. Ángel Martínez capataz del latifundio declaró ante el juez y los fiscales “que pudo hacer sus tareas con normalidad” en aquel momento. 

Lo interesante fue conocer mediante las denuncias realizadas durante la permanencia del proyecto Artigas la historia de los trabajadores del tambo, demostrando lo insensible de la familia oligárquica pagando sueldos de miseria en condiciones infrahumanas. También documentaron que las taperas del campo estaban abarrotadas de bidones de glifosato. Y sobre todo, el relato de un trabajador de la escuela rural, narrando como uno de los hermanos de Dolores a punta de escopeta, se robó 70 hectáreas de la agrotécnica de Santa Helena.

Volviendo al juicio, la más curiosa fue la acusación de parte de Mariano Rubiolo, coadministrador de la estancia que ante el Magistrado dijo que “mientras estaba tomada la estancia no se pudo sembrar” lo que estaba pautado. Pero como lo indica la ley, tendría que haberse apoyado con planillas indicando la planificación de las siembras. Pero al no estar documentada ni blanqueada la producción, no pudo respaldar nada de lo que mencionó.

Por otra parte, el testimonio del ex Jefe de la policía entrerriana Gustavo Maslein, no explicó la posible violencia de parte de los militantes que estaban ocupando Casa Nueva. Pero si quedó al descubierto que su operativo de seguridad no cumplió con lo dictaminado por la justicia, cuando el juez Flores había dejado firme la perimetral en resguardo de Dolores. Los hermanos se encontraban a menos de 1000 metros de distancia poniendo en peligro su integridad física. 

Recapitulando lo ocurrido en octubre del 2020 en Santa Elena, el juez subrogante, Raúl Flores, primero hizo lugar a las presentaciones de Dolores afirmando que no había usurpación y dictaminó una perimetral por violencia de género a favor de ella y en contra de los Etchevehere corruptos. Según Dolores, en su carta abierta “Los Etchevehere corruptos son, Luis Miguel, Sebastián Arturo, Juan Diego y Leonor Barbero que están condenados por fraude y procesados por estafa. Usurparon el control del patrimonio de mi padre y me expulsaron de todo manejo económico de patrimonio familiar”.

En el transcurso de aquellos días del 2020, patotas de matones disfrazados de gauchos liderados por Leonor Barbero, se presentaron en la tranquera de la estancia y bajo amenazas exigían el desalojo del predio rural. Pero la violencia ejercida por la banda de La Familia Etchevehere no es tenida en cuenta por el poder judicial de dicha provincia. Luis Miguel Etchevehere, ex Ministro de Agricultura de Macri, convocó a la Sociedad Rural; es decir, a los terratenientes de la zona para que lleven en sus chatas 4×4 a sus peones a la vera de la ruta. En la entrada a la estancia se concentraron en la tranquera camiones, tractores, jinetes, acoplados y autos particulares para que nadie pudiera entrar ni salir de la estancia. Como corolario, Luis Miguel selló la tranquera con un candado a la vista de la policía de Entre Ríos. Además se hizo presente en la ruta Patricia Bullrich como símbolo de apoyo político para los Etchevehere.

La familia Etchevhere pertenece a la oligarquía fundadora de la conquista de las pampas. El Diario de Entre Ríos patrimonio de la familia fue testigo de cómo se construyó el poder, la fortuna y la impunidad. Un dato de color se encuentra en el libro de estadias de la estancia, donde testifica que el Ministro de Justicia de la última dictadura militar se alojó en las habitaciones del casco.

La historia de este clan es una muestra cabal de cómo se fundó este país. Estos apellidos poderosos que se quedaron con la tierra de los pueblos originarios a sangre y fuego, pusieron jueces y gobernadores garantizando que toda la población entrerriana les rinda pleitesía a base de miedo y despojo. Esta vez al menos la historia quedó al descubierto.