San José 1111: la nueva cárcel de la democracia 

Crónica del día de acompañamiento a la máxima líder del peronismo.  Aproximadamente 500 mil personas invadieron el microcentro porteño en defensa de CFK proscrita y con cárcel domiciliaria. Está condenada por un delito que no cometió. La innovadora forma de comunicación política, un acto remoto en plaza de mayo.  

Mañana radiante en la intersección de las calles San José y Humberto Primo. La gente llegó a la Capital Federal desde todas las provincias aunque Gendarmería lo intentó impedir con sus retenes antidemocráticos, en todas las rutas del país. Aquella esquina del barrio de Constitución, el miércoles 18 de junio, se transformó en un lugar de procesión para los seguidores de la dos veces Presidenta de la Nación y probablemente la dirigente política más importante de este siglo en Argentina. Carteles con consignas muy ingeniosas como “ella baila y ellos tiemblan”, “yegua nunca mascota”, “Corte Suprema culiadaza”, “el pueblo vota, la mafia condena”, daban color a las paredes como si fueran estampitas puestas para una santa popular.  

Desde la calle, los cantos resonaban en las ventanas del departamento del segundo piso de calle San José 1111 y Cristina Fernández de Kirchner se desesperaba de las ganas de asomarse a saludar. La Corte Suprema le había impedido salir ese dia al balcón de su casa, por miedo a que la gente se enardeciera. En un tuit CFK se quejaba “parece joda, ¿puedo o no puedo salir al balcón de mi casa?” 

En la multitud se escuchaban voces: “Ya fue, que me descuenten el día” le comentaba una mujer a otra en la vereda.  Un camionero le decía a una cronista de ARG medios: “Cristina significa la jubilación para mi vieja y mi viejo que trabajaron toda su vida, el patrón nunca les aportó”.  Otra mujer advertía: “Estamos en alerta roja, hay que dejar las rencillas, hay que unirse sí o sí”.  Más cerca de la Plaza de Mayo, un metalúrgico le contaba a una militante trotskista: “Nunca vi una CGT tan apática y mira que fui 38 años dirigente de una seccional de la UOM. La gente se los va a comer crudo si siguen así”. Mención especial para la izquierda en la movilización de aquel día. 

Tácticamente, la movilización estuvo muy descoordinada. La noche anterior todos los dirigentes parecían caciques enviando mensajes a sus tribus sobre la hora y el lugar de convocatoria. El objetivo de la movilización era que CFK pudiera cumplir la condena en su casa y aquello ya se había logrado. Los jueces estaban muy atemorizados con que miles de personas vayan a Comodoro Py a mostrar su descontento por la causa injusta, que prohíbe que la presidenta del justicialismo pueda presentarse a elecciones. Por esta razón, le notificaron por zoom, que cumpliría su condena en su domicilio y no en una cárcel común. ¿Qué hubiera pasado si la marcha desembocaba en los tribunales federales del barrio de Retiro?

El problema del Partido Justicialista es que está dividido en varios agrupamientos y todavía se encuentra sin estrategia general. Por un lado, La Cámpora está haciendo acuerdos con el Massismo para poner legisladores en la provincia de Buenos Aires.(Ese día mostraron que llevan un gran caudal de gente).

Por otro lado, el Morenismo dice que la progresía contaminó la doctrina y por eso gobiernan los socialdemócratas en algunas provincias. Grabois por su parte, con sus acciones vanguardistas se impone en la agenda combativa. Kicillof concentró a su gente en la 9 de Julio y sigue demostrando que es un gran actor de peso en el peronismo. Pero la unidad para ejercer la conducción táctica todavía está en veremos. La dirigencia máxima de la CGT, una vez más, defraudó con su burocracia genuflexa y cobarde, revelando que ya está de retirada. En retrospectiva, el peronismo perdió cuando no respondió contundentemente al intento de asesinato de la líder máxima de su movimento. 

Ese miércoles las fuerzas federales de Patricia Bullrich solamente hicieron presencia en la Avenida 9 de Julio, pero luego se retiraron sin disparar una sola bala. No se registraron hechos de violencia. Es probable que los mecanismos de disuasión de la violencia del pueblo hicieran su trabajo. Había gente dispuesta a dar la vida por la causa pero el mensaje de la conductora estratégica estuvo clarísimo: nada de violencia que provenga de los militantes del movimiento peronista. De hecho en la Plaza, una de las consignas fue volveremos con amor, democracia y sin violencia.  

Pero el gobierno está acorralando con violencia estatal y política a los militantes del campo popular. Los jubilados se están deprimiendo y muriendo en vida además de ser gaseados y apaleados. A esto se le suma que no hay nuevos en la clase media, es decir no hay posibilidad de ascenso social; sino por el contrario comienza a darse el fenómeno de asalariados pobres. La pauperización de la vida se está dando muy aceleradamente.

Por la tarde, en una Plaza de Mayo desbordada, la voz de CFK se escuchó muy nítida. El silencio respetuoso fue total, no volaba una mosca. El mensaje grabado previamente para los asistentes a la convocatoria, decía que el gobierno es insostenible económicamente y que la década ganada fue poder disfrutar de todos los derechos sociales que Milei está devastando con la motosierra. En esa alocución de Cristina, la consigna fue que el PJ se tiene que preparar para volver al poder a través del voto popular. 

¿Volverá el peronismo? ¿Con qué proyecto de desarrollo productivo? ¿Quién encarnará esa propuesta? El día de la unidad y de la defensa de su líder, quedará para siempre en la memoria de la militancia que concurrió ese 18 de junio a la Plaza. Todavía quedan capítulos para que el pueblo pueda seguir protagonizando e interpretando el devenir de esta historia.