Se terminan las sesiones ordinarias y es posible que el año finalice sin Presupuesto 2025

La semana que comienza será la última de sesiones ordinarias y habrá que esperar si el gobierno de Javier Milei convoca a extraordinarias para tratar temas urgentes, como la sanción del Presupuesto para el año que viene. La Casa Rosada especula con dilatar el debate, al no encontrar consensos con los gobernadores. 

El Congreso se prepara para las últimas sesiones ordinarias del año y -por ahora- en ninguna de ellas se tratará la ley de Presupuesto 2025. Algo que evidentemente podría terminar en alguna sesión extraordinaria que convoque el gobierno, o bien terminar el año sin Presupuesto. 

Una estrategia que al gobierno de Javier Milei no parece disgustarle, ya que no pretende poner en debate casi ningún ítems de una ley que para la mayoría de los gobernadores, es inviable.

Así las cosas, el Congreso dará inicio este martes 26 de noviembre con su última semana del período ordinario.

La primera sesión será el propio 26, luego de que el diputado Martín Tetaz pidiera que se trate la reforma sindical. Si bien el dictamen no alcanzó las rúbricas necesarias para imponerse, el legislador sostuvo su pedido en un antecedente para que este sea reconocido.

También ese día, pero a las 15, se dará una sesión especial convocada por Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre, que pretende rechazar el DNU 846/2024, por el cual el Gobierno dejó habilitado el canje de deuda en pesos, mediante el Ministerio de Economía, sin el aval del Poder Legislativo.

En tanto, para el siguiente día, miércoles 27 de noviembre, a partir de las 10hs, el Senado recibirá el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien presentará su primer informe de gestión ante la Cámara. Al jefe de Gabinete le esperan más de 1.100 preguntas. 

Finalmente, para el jueves 28, el oficialismo y sus aliados (PRO, UCR y otros) solicitarán una sesión para volver a reiterar el tratado de la ley de Ficha Limpia, que busca inhabilitar políticamente a los dirigentes que tengan condena firme. Es una jugada estratégica para que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner no pueda ser candidata el año que viene.